EE UU gestiona una 'alternativa occidental' con su carbón

En respuesta a los argumentos esgrimidos por los europeos para rechazar las presiones norteamericanas contra el gasoducto transiberiano, el Goblerno de Ronald Reagan trata de demostrar la viabilidad de una "alternativa occidental" al aprovisionamiento energético de Europa, según informó ayer la agencia France Press.La alternativa se basa en las enormes reservas carboníferas de Estados Unidos, que se estima alcaiizan el 30% de todas las reservas mundiales. Los expertos consideran que, técnicamente, puede tener sus fundamentos. Pero siempre que se resuelvan los obstáculos pendientes, especialmen...

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En respuesta a los argumentos esgrimidos por los europeos para rechazar las presiones norteamericanas contra el gasoducto transiberiano, el Goblerno de Ronald Reagan trata de demostrar la viabilidad de una "alternativa occidental" al aprovisionamiento energético de Europa, según informó ayer la agencia France Press.La alternativa se basa en las enormes reservas carboníferas de Estados Unidos, que se estima alcaiizan el 30% de todas las reservas mundiales. Los expertos consideran que, técnicamente, puede tener sus fundamentos. Pero siempre que se resuelvan los obstáculos pendientes, especialmente los graves problemas de infraestructura y transporte del carbón, como han afirmado los propios medios industriales interesados.

En este sentido, ha trascendido que una misión gubernamental norteamericana, presidida por William Morris, adjunto a la Secretaría de Comercio, gestionará en Europa las posibilidades de llegar a contratos a largo plazo. A juicio de Morris, los Estados Unidos serán un instrumento importante para satisfacer la demanda energética europea.

Según la propia Asociación Nacional de Carbón, las dificultades de los transportes ferroviarios y de instalaciones portuarias hicieron perder a la industria carbonífera de Estados Unidos en 1980 cerca de 50 millones de toneladas, sobre un total de 90 millones de toneladas exportadas en el mismo año.

Desde entonces se han realizado grandes esfuerzos para descongestionar los puertos. E incluso los importadores europeos se muestran reticentes a formalizar contratos, debido a la existencia de un importante mercado spot o de entrega inmediata de carbón que les es netamente favorable.

Además, existen perspectivas de que, si Norteamérica aumenta la producción anual de carbón, cifrada en unos 800 millones de toneladas la presión alcista sobre los precios no será grande.

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