Parches de nitroglicerina, remedio contra las crisis cardiacas

Albert Kattus, profesor de Cardiología de la Universidad de California-Los Angeles (UCLA), ha presentado a la opinión pública un nuevo remedio contra las crisis cardiacas basado en el antiguo sistema de los curanderos: parches de nitroglicerina. Los investigadores de UCLA, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, que cuenta en su cuadro de profesores con varios premios Nobel y se precia de realizar una de las actividades científicas más vanguardistas del mundo, se han sentido «profundamente satisfechos», según Efe, de recuperar la medicina tradicional.El parche presentado p...

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Albert Kattus, profesor de Cardiología de la Universidad de California-Los Angeles (UCLA), ha presentado a la opinión pública un nuevo remedio contra las crisis cardiacas basado en el antiguo sistema de los curanderos: parches de nitroglicerina. Los investigadores de UCLA, una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, que cuenta en su cuadro de profesores con varios premios Nobel y se precia de realizar una de las actividades científicas más vanguardistas del mundo, se han sentido «profundamente satisfechos», según Efe, de recuperar la medicina tradicional.El parche presentado por el doctor Kattus se coloca sobre la piel, a la altura del corazón, y va cargado de nitroglicerina que, poco a poco, por un sistema parecido a la endosmosis, penetra en el flujo sanguíneo. La nitroglicerina es uno de los productos más usados en caso de prevención de crisis cardiacas, pero ingerida oralmente. El producto se disuelve lentamente en la boca y facilita la circulación dilatando los vasos sanguíneos. Este remedio, sin embargo, es efímero, toda vez que los efectos de cada píldora duran aproximadamente treinta minutos. El parche de nitroalicerina hace que el efecto del producto sobre los vasos sea permanente, ya que mantiene el nivel de nitroglicerina en sangre. El parche, por otra parte, es compatible con cualquier tipo de fármaco, tiene efectos positivos durante veinticuatro horas y, dada la especial preparación de su adhesivo, permite una actividad prácticamente normal, incluso el ejercicio de nadar.

Como dato curioso del auge que los parches están adquiriendo entre la sociedad americana, cabe destacar que el astronauta Richard Truly, miembro del programa Columbia, ha sido tratado con este tipo de terapia de su problema, consistente en su necesidad de usar los servicios higiénicos con mayor frecuencia de lo «normal y deseable».

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