ECOLOGIA

Matanza masiva de aves de presa protegidas por la ley

Al menos 53 aves de presa, todas ellas protegidas por la ley, han sido abatidas a tiros en la comarca abulense de Valle de Amblés desde que se inició la temporada de caza. Entre las aves muertas, según el censo llevado a cabo por un pequeño grupo de ornitólogos, figuran un halcón peregrino, un alcotán, un azor, tres águilas calzadas, un buitre leonado, un aguilucho cenizo, un milano negro, un milano real, cinco águilas ratoneras, siete cernícalos vulgares, tres búhos chicos, quince lechuzas y trece mochuelos.«La mayoría de los ejemplares», ha declarado el naturalista José Luis Rodríguez, integ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Al menos 53 aves de presa, todas ellas protegidas por la ley, han sido abatidas a tiros en la comarca abulense de Valle de Amblés desde que se inició la temporada de caza. Entre las aves muertas, según el censo llevado a cabo por un pequeño grupo de ornitólogos, figuran un halcón peregrino, un alcotán, un azor, tres águilas calzadas, un buitre leonado, un aguilucho cenizo, un milano negro, un milano real, cinco águilas ratoneras, siete cernícalos vulgares, tres búhos chicos, quince lechuzas y trece mochuelos.«La mayoría de los ejemplares», ha declarado el naturalista José Luis Rodríguez, integrante del mencionado grupo, «aparecieron colgados, bien de alambres o de ramas de árboles, tanto en las inmediaciones de núcleos urbanos como en la misma entrada de fincas particulares. Algunas de ellas presentaban amputadas las garras, señal inequívoca de que fueron matadas para comprar la recompensa que por cada ejemplar ofrecen algunos dueños de cotos de caza; sin embargo, todas las juntas de cazadores de los pueblos del valle han negado rotundamente el premiar este tipo de actos».

Esta información coincide con otras denuncias formuladas recientemente sobre matanzas de especies protegidas en todo el territorio nacional. En concreto, el pasado mes de noviembre apareció muerto a tiros en la zona de Llanes uno de los últimos buitres leonados de Asturias. En la misma región fueron abatidos la pasada semana dos azores. En los últimos meses han sido denunciados también masacres de especies de animales protegidas en las lagunas de Ruidera y en la zona de Medina Sidonia, en Cádiz. La legislación española penaliza la muerte de especies protegidas con multas que fluctúan entre las 10.000 y las 300.000 pesetas, sin embargo, el Icona, organismo encargado de la vigilancia de la fauna salvaje, se inhibe por completo de este tema.

El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU) ha sido acusado por los ecologistas de haber alterado profundamente la vegetación de una zona del parque natural de Montfragüe al talar encinas y numerosos arbustos con el argumento de efectuar una limpieza de los márgenes de la carretera que atraviesa dicho parque natural.

Archivado En