La banca podrá sanear sus carteras con deducciones fiscales

Las deducciones fiscales ya no serán obstáculo para que la banca lleve a cabo en los próximos años el ambicioso plan de saneamiento recogido en el proyecto de nueva circular del Banco de España, conocida como superpastoral. Esta norma permitirá considerar gasto global toda la inversión de muy dudoso cobro y parte de la dudosa -y morosa, hasta cubrir como mínimo el 1,5% del riesgo total. Sin embargo, ahora que el Ministerio de Hacienda se dispone a dar vía libre a tales deducciones en el impuesto de sociedades, la resistencia de algunos bancos puede dificultar el inicio de la operación.

...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las deducciones fiscales ya no serán obstáculo para que la banca lleve a cabo en los próximos años el ambicioso plan de saneamiento recogido en el proyecto de nueva circular del Banco de España, conocida como superpastoral. Esta norma permitirá considerar gasto global toda la inversión de muy dudoso cobro y parte de la dudosa -y morosa, hasta cubrir como mínimo el 1,5% del riesgo total. Sin embargo, ahora que el Ministerio de Hacienda se dispone a dar vía libre a tales deducciones en el impuesto de sociedades, la resistencia de algunos bancos puede dificultar el inicio de la operación.

Los bancos destinaron el año pasado a matar morosos y sanear carteras de valores una cifra superior por primera vez a los beneficios (véanse cuadros adjuntos), aunque sus previsiones acumuladas frente a insolvencias fueron, por término medio, del 1,36% de su riesgo. Como ha dejado de surtir efectos la escala de coberturas introducida por circular a finales de 1978, para los morosos de 1977 a 1.980, en los tres primeros trimestres del presente año se estima que las previsiones han aumentado unos 50.000 millones de pesetas, ritmo inferior al de 1980, si bien el crecimiento de los morosos parece también inferior al 52% del pasado año. Ello parece preocupante a quienes piensan que hay un defecto de saneamiento superior a los 100.000 millones de pesetas.Fuentes de Hacienda han informado que el trato fiscal de dichas operaciones no quedó subordinado a la circular 157, publicada a finales de 1978 y conocida como pastoral, ni se supeditará a la nueva. No obstante, los responsables del Ministerio afirman ser conscientes de la necesidad de saneamiento de la banca, y están dispuestos a contrastar datos y negociar en los próximos días con el Banco de España una solución similar a la adoptada entonces: dar fuerza tributaria a la superpastoral.

El único problema actual responde a la principal novedad de la superpastoral: sustituir los fondos de autoseguro de créditos y las previsiones para insolvencias, que ya son deducibles y no pagan impuestos, por un fondo o provisión global nunca inferior al 1,5% de la cartera viva o el total de riesgos de los bancos, situada en más de 8,5 billones de pesetas. De admitir este método, para lo cual Hacienda sólo quiere conocer los datos del Banco de España sobre evolución de los morosos, antes de dictar una orden que admita los efectos fiscales de la nueva circular, no será necesario que los bancos justifiquen el desglose de sus dotaciones.A pesar de que esta decisión coincide en el tiempo con los últimos borradores de proyecto de reglamento del impuesto sobre sociedades, que fijará un tope mayor a la posibilidad de reducir impagados para la generalidad de las empresas, los técnicos de Hacienda quiere llegar a un acuerdo con el Banco de España lo antes posible, para que el ministro se pronuncie y la superpastoral se aplique a los balances de 1981. Tal celeridad administrativa desmiente las informaciones publicadas por algunos medios en el sentido de que García Añoveros ha congelado su decisión por motivaciones políticas. Hace sólo dos semanas que el proyecto de circular llegó a la Dirección General de Tributos, después de un primer sondeo efectuado a principios de verano pasado.

Pero medios responsables del Banco de España indicaron ayer a este periódico que no esperan una rápida decisión de Hacienda, debido a la prioridad otorgada actualmente al debate parlamentario de los Presupuestos del Estado 1982. En su opinión, si la circular no sale rápidamente, habría que esperar a los balances de 1982, por problemas operativos en la confección de las cuentas.

Este escepticismo viene a favorecer a los críticos de la superpastoral, bancos medianos y pequeños principalmente, que han destinado menos dinero a saneamientos en los últimos años, tienen más renovaciones de créditos no cobrados y temen ver limitada su política de dividendos. Precisamente la banca estrena en 1981 la liberalización de dividendos, hasta ahora limitados al 6% de capital y reservas, y varios grandes bancos han anunciado que pagarán un 20% total, al margen de posibles ampliaciones de capital liberalizadas en parte. Libertad que los dos primeros años será vigilada por el Banco de España.

En medios de la patronal bancaria se estima que si no entra en vigor para 1981 los saneamientos serán inferiores, y si llega a tiempo se mantendrán los de 1980, a su juicio insuficientes.

Archivado En