Ganadería, agricultura y servicios serán los sectores mas afectados por la implantación del IVA

Tan sólo cuatro países, de los 31 en que está vigente el impuesto sobre el valor añadido (IVA), han padecido sustanciales incrementos de inflación, como consecuencia de la implantación de¡ citado tributo. El Ministerio de Hacienda, que estima que la repercusión sobre los precios de la implantación del IVA no llegará al 2%, esgrime un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) realizado en 1.980 sobre los países del mundo que utilizan tal figura impositiva para rebatir a quienes califican en nuestro país de inflacionista el citado impuesto. Según el FMI, en Europa, sólo en Italia y Noruega...

Tan sólo cuatro países, de los 31 en que está vigente el impuesto sobre el valor añadido (IVA), han padecido sustanciales incrementos de inflación, como consecuencia de la implantación de¡ citado tributo. El Ministerio de Hacienda, que estima que la repercusión sobre los precios de la implantación del IVA no llegará al 2%, esgrime un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) realizado en 1.980 sobre los países del mundo que utilizan tal figura impositiva para rebatir a quienes califican en nuestro país de inflacionista el citado impuesto. Según el FMI, en Europa, sólo en Italia y Noruega se dispararon los precios.

La barrera del 2%, estimada por Hacienda, se ha calculado en términos de metodología económica. Hay, sin embargo, otro factor nada despreciable, el impacto psicológico de la implantación del IVA, que puede desbordar tales previsiones. No obstante, dadas las características del nuevo impuesto, el impacto de su implantación sobre los precios no se distribuye de manera uniforme sobre bienes y servicios.Como efecto del tránsito al IVA -según la memoria que acompaña al proyecto de ley- aparecen cambios en la distribución de la carga tributaria, que aumenta o disminuye según sectores, aunque de forma global queden compensados en el supuesto de equivalencia recaudatoria. Generalizando, pese al casuismo sectorial de estos cambios, se pueden destacar ciertas agrupaciones orientadoras del signo de variación.

El desplazamiento general de carga positiva, y por tanto de presión sobre los precios, se acumulará en el sector de servicios preferentemente, dada la menor imposición efectiva actual, y también en los productos alimenticios, en especial los ganaderos, dándose un fuerte desplazamiento a la fase de comercio distribuidor, no sujeta en la actualidad.

Por el contrario -siempre según la mernoria-, el efecto conjunto en la industria y en los productos energéticos será favorable al ser negatita la variación de carga, y por tanto sus precios. La transparencia en la formación de éstos y la competencia entre los sectores arrojará ese saldo favorable a la industria.

La propia memoria reconoce, sin embargo, que el análisis sectorial pormenorizado puede poner de manifiesto en algunos casos la existencia de efectos menos favorables, que se confía neutralizar mediante la reducción de las cuotas empresariales a la Seguridad Social.

De todos modos, y con el objetivo de llegar a unos criterios compartidos Administración-empresarios, representantes de Hacienda están estudiando conjuntamente con representantes sectoriales de CEOE la repercusión de la implantación del IVA en cada una de las actividades sujetas al mismo.

En las actividades industriales es mayor el número de los sectores en que se incrementa la carga que en los que se reduce sin embargo, el efecto incremento para el conjunto industrial es menor que el efecto reductor, resultando un saldo negativo que alivia la carga sobre el sector industrial.

Precios y estructura de producción

Al modificarse los costes de producción y de importación, apunta la memoria del IVA, es previsible una tendencia a mantener precios en los casos en que la carga disminuya, lucrándose por este motivo el productor con la "renta fiscal" generada, y una tendencia paralela a trasladar hacia adelante la mayor carga cuando ésta sea real. La resultante de estas actitudes puede ser inflacionista en cuanto la tensión oferta-demanda lo permita.

Hacienda tiene muy claro que aquellos sectores que resulten perjudicados por la implantación del IVA repercutirán sus mayores costos en los precios, mientras que aquellos que salgan beneficiados no van a trasladar sus menores costos al consumidor.

Es previsible, añade la memoria, un rápido reajuste en el mercado reorientando la producción, que se adaptará a las preferencias de la demanda en función de los nuevos precios, orientándose el consumo a otros hábitos que posiblemente sean análogos a los que se observan en los países occidentales en que el IVA se encuentra en vigor.

La estructura de producción y la organización de cada empresa, la racionalidad de su proceso productivo, van a influir decisivamente en los efectos, beneficiosos o negativos, que la implantación del IVA va a tener sobre las mismas. Los productos ganaderos, y en menor medida los de origen agrario, verán incrementados sus costes como consecuencia de la fuerte dependencia a la importación de piensos que se gravan en frontera. El alto valor añadido y la escasa fiscalidad actual sobre el sector de hosteleria influirá también en una mayor repercusión del IVA en este sector.