Conmemoración del décimo aniversano del tratado de Berlín

Al cumplirse el décimo aniversario del tratado de las cuatro potencias sobre Berlín, persisten las diferencias de interpretación sobre diversos puntos, pero casi todos coinciden en afirmar que eliminó un foco de crisis en el corazón de Europa y humanizó la situación de los habitantes de la ciudad dividida por el muro.

La televisión alemana reunió en la noche del miércoles, la víspera del décimo aniversario de la firma del tratado de Berlín, a los embajadores de las cuatro grandes potencias, los mismos que el 3 de septiembre de 1971 firmaron el documento que normalizó t...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Al cumplirse el décimo aniversario del tratado de las cuatro potencias sobre Berlín, persisten las diferencias de interpretación sobre diversos puntos, pero casi todos coinciden en afirmar que eliminó un foco de crisis en el corazón de Europa y humanizó la situación de los habitantes de la ciudad dividida por el muro.

La televisión alemana reunió en la noche del miércoles, la víspera del décimo aniversario de la firma del tratado de Berlín, a los embajadores de las cuatro grandes potencias, los mismos que el 3 de septiembre de 1971 firmaron el documento que normalizó temporalmente la vida de la antigua capital alemana.

El período transcurrido entre la construcción del muro, el 13 de agosto de 1961, y la firma del tratado de las cuatro potencias administradoras de la ciudad, el 3 de septiembre de 1971, fue una década de gran dureza para los habitantes de Berlín, separados por el muro e imposibilitados de comunicarse.

La firma del tratado hace diez años fue posible en el ámbito de la política de distensión y acercamiento al Este que puso en marcha el entonces canciller Willy Brandt. La Unión Soviética, Estados Unidos, el Reino Unido y Francia firmaron el tratado que hizo posible la reanudación de los contactos y las comunicaciones entre uno y otro lado del muro.

Tres millones de visitantes pasaron al otro lado

Actualmente es posible telefonear sin dificultades entre el sector oriental y el occidental de la ciudad, y el año pasado tres millones de visitantes procedentes de Berlín Oeste pasaron al otro lado del muro, lo que no fue posible en la década anterior a la firma del tratado. "El muro se hizo más permeable" después de la firma del tratado, pero las diferencias de interpretación persisten, y así lo puso de manifiesto la discusión entre los cuatro embajadores firmantes del acuerdo.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La Unión Soviética y la República Democrática Alemana interpretan que el tratado se refiere sólo a "Berlín Occidental". Las otras potencias occidentales y la República Federal de Alemania consideran que el tratado afecta a todo Berlín, también a "Berlín Oriental".

La RDA y la URSS insisten en que Berlín Oeste no es parte integrante del territorio federal alemán, y el Gobierno de Bonn hace todo lo posible por demostrar las conexiones y vínculos entre la RFA y Berlín Oeste, un enclave situado en medio del mundo socialista.

A pesar de las diferencias de interpretaclón, las cuatro potencias firmantes, la RDA, la RFA y el Gobierno de Berlín Oeste, han cumplido en gran medida lo acordado en el artículo primero del tratado, que habla de "la eliminación de tensiones y prevención de complicaciones en el territorio afectado".

Esto, en un punto donde los tan ques soviéticos y norteamericanos llegaron a estar cara a cara, no es poca cosa. Muchos echan de me nos hoy en día el clima que hizo posible la firma del tratado de Berlín y desearían que en las negociaciones de desarme de los años ochenta fuera posible llegar a acuerdos como el que ahora cumple diez años.

Archivado En