BILBAO: OCTAVA CORRIDA DE FERIA

La lección de Antoñete

Ya en el primer toro se vio torear con torería. Fueron dos naturales rematados con el pecho, en los que la sencillez y la hondura fueron la lección, mal aprovechada por los demás, de Antoñete.Salió el cuarto y encampanado esperó a Antoñete, que lo citó a cinco metros con el capote. No dejo que nadie tocase al toro Cogió su m uleta y en los medio pisó los terrenos exactos, embarcó al toro con la mano baja, mandó en el toro. Pero el público pitaba, los que no tienen derecho a llamarse aficionados, esa palabra tan pomposa que todo el mundo usa, la mayoría mal, pitaban al viejo. Se llevó el...

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Ya en el primer toro se vio torear con torería. Fueron dos naturales rematados con el pecho, en los que la sencillez y la hondura fueron la lección, mal aprovechada por los demás, de Antoñete.Salió el cuarto y encampanado esperó a Antoñete, que lo citó a cinco metros con el capote. No dejo que nadie tocase al toro Cogió su m uleta y en los medio pisó los terrenos exactos, embarcó al toro con la mano baja, mandó en el toro. Pero el público pitaba, los que no tienen derecho a llamarse aficionados, esa palabra tan pomposa que todo el mundo usa, la mayoría mal, pitaban al viejo. Se llevó el toro al tercio protegiéndose del viento y, mirando a la parte del público que pitaba, dijo: «¿Qué queréis?». Se fue hacia el toro y, en la distancia justa, adelantando la muleta, bordó cinco naturales que quedaron como el gran broche de una feria de baratijas que siguió sin gustar.

Plaza de toros de Bilbao

23 de agosto. Cuatro toros de Pablo Romero, bien presentados, con poca fuerza, aunque se vinieron arriba y manejables. Dos toros deMartínez Uranga, uno bueno y otro manso. Antoñete: dos pinchazos y estocada estocada (saludos). Ruiz Miguel: nueve pinchazos y descabello, aviso (palmas): estocada (vitelia al ruedo). Julio Robles: cuatro pinchazos, estocada y tres descabellos, aviso, dos pinchazos y estocada (pitos). En el sexto toro saltó un espontáneo, que logró dar tres mantazos, descomponiendo al toro.

El sitio, la difícil facilidad, el dominio sobre el toro encastado.... la tauromaquia de Antoñete, la torería de un maestro. Si lo hubiese echado un poco más de valor, a estas horas todo Bilbao andaría toreando por las esquinas. ¡Qué majestuosidad, qué forma de entender el toreo, qué torería en el gesto, en el recorte ... !

Ruiz Miguel supo entender la embestida corta y noble del segundo toro, y se fue a por él. Incluso templó antes de utilizar el repertorio encimista, al final de la faena. Estaba con, tanta hambre de toro, que se le olvidó pedir permiso al presidente antes de empezar la faena, por lo que fue sancionado. Tampoco pudo redondear faena en el quinto, topón y distraído. Su faena no tuvo el reposo de la primera, pero estuvo ahí, queriéndolo hacer todo, entregándose siempre a tope.

Julio Robles no estuvo a la altura de la embestida noble y encastada del tercer toro. Toreó con elegancia, pero sin ritmo, sin emoción, a pesar de que el Pablorromero tenía un cortijo en el pitón derecho. Le faltó entrega, le falto rabia. Poco pudo hacer en el sexto, corto y bronco. Abrevió mientras caían almohadillas.

Premios taurinos

El trofeo Cocheritc al mejor toro quedó desierto. El de la Junta Administrativa a la meJor corrida fue para la de Joaquín Buendía, lidiada el día 20. El trofeo del Club Taurino al mejor par de banderillas fue para Orteguita. Premio al mejor quite de la peña Tentadero para Rafael de Paula. Premio a la mejor estocada de la peña Santurce, para Ruiz Miguel, y premio del diario Hierro al gesto más relevan te y elegante, al subalterno García Cervantes.

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