Jaca volvió a ser capital del folklore internacional

Miles de personas presenciaron el domingo la clausura del 19º Festival Folklórico de los Pirineos. Jaca volvió a ser, un año más, el escenario del folklore mundial y una perfecta muestra de lo que debe ser una fiesta popular. Durante cinco días no cesó la música. interpretada con los diferentes acentos de veintidós países y de cuatro continentes.Previamente había tenido lugar el desfile de clausura, en el que durante más de tres horas todos los grupos fueron recorriendo las calles de Jaca, con actuaciones ininterrumpidas y recibiendo, mayor o menor intensidad, el premio a su trabajo. El Festiv...

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Miles de personas presenciaron el domingo la clausura del 19º Festival Folklórico de los Pirineos. Jaca volvió a ser, un año más, el escenario del folklore mundial y una perfecta muestra de lo que debe ser una fiesta popular. Durante cinco días no cesó la música. interpretada con los diferentes acentos de veintidós países y de cuatro continentes.Previamente había tenido lugar el desfile de clausura, en el que durante más de tres horas todos los grupos fueron recorriendo las calles de Jaca, con actuaciones ininterrumpidas y recibiendo, mayor o menor intensidad, el premio a su trabajo. El Festival de los Pirineos no tiene carácter competitivo, porque con ese espíritu fue creado en la ciudad altoaragonesa hace diecinueve anos, implantando un nuevo estilo en este tipo de muestras.

Pero de alguna forma existen triunfadores en el favor del público. Este año, el más destacado en ese sentido fue el grupo de Turquía, representante oficial de su país, especialmente por sus espectaculares danzas de combate. También obtuvieron gran éxito los grandes ballets del Africa negra, grupo profesional que reúne a cuatro países de Centroáfrica y la representación de la República Popular China, aunque de los cincuenta componentes del grupo llegaron a Jaca catorce y de ellos tan sólo tres actuaron de verdad.

Como notas al margen, hay que citar los problemas con la aduana de Canfranc, que retuvo objetos de regalo a los grupos extranjeros, y la confusa desaparición del grupo rumano, que, según las autoridades de Jaca, pidió asilo político en Francia y que no participó en el desfile final.

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