Cartas al director

Los estudiantes también opinan

Los alumnos universitarios, habitual e injustamente presentados como únicos responsables del defectuoso desenvolvimiento de la actividad académica en España, pensamos contar con la suficiente legitimidad para juzgar cuestiones que determinadas instancias administrativas monopolizan de forma inamovible. Más concretamente, como alumnos de Francisco Alburquerque, profesor de Estructura Económica Mundial de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, queremos manifestar, como ya lo han hecho otros sectores universitarios, nuestra sorpresa por el susp...

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Los alumnos universitarios, habitual e injustamente presentados como únicos responsables del defectuoso desenvolvimiento de la actividad académica en España, pensamos contar con la suficiente legitimidad para juzgar cuestiones que determinadas instancias administrativas monopolizan de forma inamovible. Más concretamente, como alumnos de Francisco Alburquerque, profesor de Estructura Económica Mundial de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid, queremos manifestar, como ya lo han hecho otros sectores universitarios, nuestra sorpresa por el suspenso del citado profesor en la última oposición en la que participó, a una de las adjuntías de la citada cátedra. Asimismo protestamos por el intento de desvirtuamiento público de los méritos profesionales, la labor de investigación y la capacidad pedagógica del profesor Alburquerque.Nos resulta inexplicable que después de más de diez años de docencia, en los que dicho profesor ha demostrado sobradamente su capacidad y competencia en la materia, haya sido suspendido.

Hechos como éste demuestran el anquilosamiento y la parcialidad de las estructuras dominantes de la universidad y el desprecio burocrático con que se trata el juicio de los estudiantes.

Queda ahí nuestro testimonio de desaprobación para que se interprete como una prueba por nuestra parte del deseo de disfrutar de una enseñanza con mayor calidad, la cual queda deteriorada por sucesos de este tipo, y de nuestra solidaridad con los que con su actividad profesional y humana han luchado por conseguirla.

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En definitiva, los mayores perjudicados somos los alumnos, de ahí nuestro interés por dar a conocer a la opinión pública hechos como éste./

y doce firmas más.

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