Cartas al director

El ministro de Sanidad contesta

Ante el editorial de su periódico titulado «Muertos sin sepultura» que se publicó el día 10 de los corrientes, creo necesario hacer unas aclaraciones con el fin de que tanto la redacción de EL PAIS como sus lectores puedan enjuiciar el problema con entera objetividad:1. La hipótesis de la transmisión por agentes vivos (micoplasma) de la enfermedad.

Como ya se ha informado repetidamente en todos los medios de comunicación, incluso machaconamente, desde la aparición de la enfermedad, se constituyen varios equipos de investigación, que abordaron sus causas desde diversas hipótesis c...

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Ante el editorial de su periódico titulado «Muertos sin sepultura» que se publicó el día 10 de los corrientes, creo necesario hacer unas aclaraciones con el fin de que tanto la redacción de EL PAIS como sus lectores puedan enjuiciar el problema con entera objetividad:1. La hipótesis de la transmisión por agentes vivos (micoplasma) de la enfermedad.

Como ya se ha informado repetidamente en todos los medios de comunicación, incluso machaconamente, desde la aparición de la enfermedad, se constituyen varios equipos de investigación, que abordaron sus causas desde diversas hipótesis científicas. En un momento determinado de la investigación y ante unas hipótesis sobre el origen de la enfermedad francamente alarmistas (pájaros, frutas y hortalizas, fresas ... ),o de clara intencionalidad política (guerra bacteriológica, base de Torrejón ... ), el Ministerio informa sobre lo que en ese momento según los investigadores era la hipótesis científica más razonable y, desde luego, descartando con rotundidad esas hipótesis de que se hizo eco la Prensa. No «se descartaron con firmeza,» otras hipótesis científicas como dice el editorialista, según queda manifiestamente probado por el descubrimiento, nada fácil, del equipo del doctor Tabuenca, el cual está, desde el primer momento en conexión permanente con el Ministerio, como ha repetido también hasta la saciedad dicho doctor.

La investigación etiológica de una rara enfermedad no es algo matemático y no debe de extrañar que se acepte una hipótesis para luego desecharla. Ruego que se tenga esta consideración, si no conmigo, cuando menos. con los investigadores españoles.

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2. El reto de don Ciriaco de Vicente.

Pido que se examine la carta de Ciriaco de Vicente retándome a un debate público. Aparte de sus expresiones inapropiadas y hasta groseras (lo cual ya es motivo suficiente de rechazo), lo que se me pide no es un debate sobre la llamada «neumonía atípica», sino sobre lo siguiente (cito textualmente):

- «La crisis de la sanidad española».

-« Oferta pública de UCD para superar la crisis».

- «La oferta socialista: el plan de defensa de la sanidad y Seguridad Social pública»

(El texto en bastardilla está destacado por el señor de Vicente).

A la vista de ello, entiendo que se trata de un puro gesto de protagonismo político y aun personal muy característico del señor De Vicente, como saben todos los que le conocen.

Es, después de contestar a esta propuesta de debate, que ya había tenido hace dos meses en el Congreso de los Diputados, cuando en una nota posterior del PSOE se me dice que no acepto el debate sobre la neumonía atípica, debate al que estoy dispuesto en cualquier momento y en cualquier tribuna, si bien entiendo que sería juicioso esperar el desenlace del proceso, según me recomiendan los expertos sanitarios y policiales.

3. La acusación a los ayuntamientos.

La acusación a los ayuntamientos es otro invento como el de ese programa fantasma de Televisión en que hablé de un bichito (no he aparecido en Televisión más que en La clave, como sabe todo telespectador, y no he hablado en él de ningún bichito). No voy a cometer la ingenuidad de culpar a los ayuntamientos de causar la enfermedad. Los ayuntamientos no son culpables de la enfermedad. No son los ayuntamientos los procesados, como no lo es el Gobierno. Simplemente me he limitado a decir, y lo repito, que los ayuntamientos están obligados legalmente a inspeccionar la venta, ambulante o no, de los alimentos, singularmente en un caso tan obvio y manifiesto , como unos envases que se venden sin etiqueta, y esto es lo mínimo que debe exigir una mínima atención vecinal.

4. El cese del señor Barea.

Vuelve otra vez el editorialista a sacar a colación el cese del señor Barea. En honor a mi buen amigo don José Barea, en honor a su buen nombre y prestigio, en honor a todos sus compañeros del Cuerpo de Intervención del Estado y en honor a todos los cuadros superiores del Estado, yo desearía que no se volviera a insinuar la simpleza según la cual es el único controlador posible del gasto público de la Seguridad Social, sobre todo cuando el gran problema de la Seguridad Social -sépase claramente- es el de los ingresos más que el de los gastos, desgraciadamente.

5. "El burlado electorado de UCD".

Por último, como el editorialista apela al electorado de UCD (lo cual es una satisfacción para UCD que eso se diga desde esa tribuna), quiero aprovechar esta carta para recomendar al electorado de UCD que esté en este momento más unido que nunca, porque es bien sabido que las campañas electorales comienzan muy antes de su fecha oficial de apertura. Sobre todo las gallegas.

Le quedo muy agradecido, señor Cebrián, por darme acogida en su muy prestigioso diario. Le saluda atentamente./ , ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social.

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