Medidas conciliadoras de François Mitterrand para los independentistas corsos

El ministro francés del Interior y de la Descentralización, Gaston Defferre, ha declarado estar dispuesto a dialogar con el Frente Nacional de Liberación Corso (FLNC), el grupo independentista clandestino que a lo largo de 1980 cometió cerca de trescientos atentados en Córcega y en otros puntos del territorio francés.El FLNC, desde que el pasado día 10 de mayo fue elegido François Mitterrand como presidente de la República, proclamó una tregua en la lucha clandestina que conduce en Córcega. Y en el plazo de los dos últimos meses, el nuevo Gobierno socialista ha tomado dos medidas importantes. ...

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El ministro francés del Interior y de la Descentralización, Gaston Defferre, ha declarado estar dispuesto a dialogar con el Frente Nacional de Liberación Corso (FLNC), el grupo independentista clandestino que a lo largo de 1980 cometió cerca de trescientos atentados en Córcega y en otros puntos del territorio francés.El FLNC, desde que el pasado día 10 de mayo fue elegido François Mitterrand como presidente de la República, proclamó una tregua en la lucha clandestina que conduce en Córcega. Y en el plazo de los dos últimos meses, el nuevo Gobierno socialista ha tomado dos medidas importantes. En primer lugar, anunció la supresión del Tribunal de Seguridad del Estado, jurisprudencia de excepción creada por el general Charles de Gaulle cuando aún coleaban las trágicas consecuencias de la guerra de Argelia, y que los poderes siguientes emplearon esencialmente contra los independentistas o autonomistas corsos, bretones y, últimamente, vascos. En segundo lugar, el Gobierno de François Mitterrand, en estos dos últimos meses, ha liberado ya a veintinueve corsos de los 54 detenidos actualmente.

Esos dos gestos del Gobierno central han sido apreciados por el FLNC, que anteayer, en las montañas de Córcega, celebró una conferencia clandestina para anunciar una prolongación de la tregua. "La liberación de los presos políticos equivale al reconocimiento de nuestra lucha", declaró uno de sus portavoces, que añadió: "Nunca hemos sido partidarios del todo o nada. No es que le demos carta blanca al poder. Seguiremos sus actos y, en consecuencia, juzgaremos sobre la oportunidad de reanudar la actividad militar".

El ministro del Interior, Defferre, pocas horas después respondió indirectamente a los militantes del FLNC al declararse dispuesto a dialogar con ellos, tras la declaración de una tregua. Pero matizó: "el diálogo no podrá abrirse más que en el marco de una concertación en la que intervendrían no sólo el FLNC, sino todas las organizaciones democráticas afectadas por el problema corso".

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