Hay que dar prioridad absoluta a los problemas económicos, según Manuel Martín

Cualquier intento serio para construir el futuro pasa, en opinión del secretario general técnico del Banco Popular, Manuel Martín, por cinco puntos básicos: la concesión de una prioridad absoluta a la solución de los problemas económicos, la reforma de las administraciones públicas, el ajuste y la flexibilización del sistema productivo, la eliminación de la burocracia, y la solidaridad de todos los grupos sociales rompiendo la inercia de los agentes económicos y sociales a mantener un comportamiento y unas demandas incompatibles con el fin de la crisis actual.

La política de concertació...

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Cualquier intento serio para construir el futuro pasa, en opinión del secretario general técnico del Banco Popular, Manuel Martín, por cinco puntos básicos: la concesión de una prioridad absoluta a la solución de los problemas económicos, la reforma de las administraciones públicas, el ajuste y la flexibilización del sistema productivo, la eliminación de la burocracia, y la solidaridad de todos los grupos sociales rompiendo la inercia de los agentes económicos y sociales a mantener un comportamiento y unas demandas incompatibles con el fin de la crisis actual.

La política de concertación no puede calificarse como mal sistema de gobierno, en la medida en que cumpla una serie de condiciones, según pone de manifiesto en su carta a los accionistas Manuel Martín, secretario general técnico del Banco Popular. Estas condiciones se resumen en la asunción por parte de los agentes políticos, económicos y sociales, de los sacrificios que esta estrategia comporta, sin que se abdiquen las responsabilidades de gobierno, la renuncia a actitudes inmovilistas; y la vigilancia para que los acuerdos no se traduzcan en normas burocráticas, intervencionistas o proteccionistas.En el informe se recoge la afirmación de que los graves acontecimientos del pasado mes de febrero han condicionado y siguen condicionando todas las manifestaciones de la vida española, desde su vertiente política hasta la social, pasando por la económica y la financiera. Esta es la razón por la que no resulta comprensible que se utilicen esquemas «racionales» de laboratorio para enjuiciar la información económica disponible sobre el primer trimestre del año. Por tanto, no tiene sentido hablar del claro empeoramiento de la coyuntura económica al que apuntan los indicadores cuantitativos y cualitativos usuales.

Manuel Martín valora positivamente el intento actual de diálogo y consenso entre las diferentes fuerzas sociales.

Los depósitos totales de la banca alcanzaron al final del mes de marzo pasado los 7,9 billones de pesetas, con un aumento sobre los de igual fecha del año pasado del 18,2%, aunque si se excluyen los depósitos captados en divisas, este porcentaje se reduce al 16%.

Los créditos totales otorgados por la banca al sector privado durante el primer trimestre superan los 7,5 billones de pesetas, lo que representa un aumento del 17,7% en los últimos doce meses.

Las disponibilidades líquidas (suma del efectivo en manos del público más los depósitos de las entidades crediticias), habrán aumentado un 15% desde marzo de 1980, mientras que el crédito al sector privado lo habrá hecho en un 17,4%. Estas tasas suponen, en opinión del Banco Popular una cierta desaceleración de las magnitudes monetarias, situando su evolución por debajo de los objetivos perseguidos. Esta se ha debido a una caída coyuntural de la demanda de crédito, principalmente en el mes de marzo, ya que las entidades han mantenido una situación de liquidez desahogada.

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