Uno de los nueve pesqueros apresados por Marruecos estaba dentro de las doce millas

Uno solo de los nueve pesqueros españoles apresados el sábado por patrulleras marroquíes -nueve, y no diecisiete, como se creyó en un principio-, parece reconocer que se encontraba a once millas de la costa y, por tanto, en infracción.Los otros ocho insisten en que se mantenían fuera de las doce millas cuando fueron apresados, a pesar de haber firmado incluso actas en blanco cuando se las presentaron los oficiales marroquíes. La firma de las actas, sin embargo, no es decisiva, pues lo que importa a la hora de ser sancionados o no administrativamente es la declaración del oficial de la patrulle...

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Uno solo de los nueve pesqueros españoles apresados el sábado por patrulleras marroquíes -nueve, y no diecisiete, como se creyó en un principio-, parece reconocer que se encontraba a once millas de la costa y, por tanto, en infracción.Los otros ocho insisten en que se mantenían fuera de las doce millas cuando fueron apresados, a pesar de haber firmado incluso actas en blanco cuando se las presentaron los oficiales marroquíes. La firma de las actas, sin embargo, no es decisiva, pues lo que importa a la hora de ser sancionados o no administrativamente es la declaración del oficial de la patrullera marroquí.

Los pesqueros apresados son el Francisco y Andrea y La Aurelia, de Santa Pola; el Delfin Verde, de Algeciras; el Mari Javi, Paquita y Andrés y González García, de El Puerto de Santa María; el Mar Plaza y Gran Amigo, de Almería, y el Apolo XI, de Adra.

Crispín Pérez Pujol, de la Subsecretaría de Pesca, llegó ayer tarde a Casablanca para tomar parte en las gestiones con las autoridades marroquíes, que de todas maneras efectúan de oficio los agentes consulares. También puede viajar a Casablanca hoy Raúl Cabido, director de Asuntos Generales de la misma Subsecretaría.

En la tarde del lunes, los barcos fueron trasladados a la zona civil del puerto de Casablanca, aunque aún no se les han precisado oficialmente los cargos. Por la mañana les fueron verificadas las mallas, pero no se les han retirado las redes ni la pesca capturada.

Al margen de las posibles infracciones en que hayan podido incurrir algunos pesqueros, estos apresamientos, a tan sólo diecisiete días de firmado el acuerdo pesquero hispano-marroquí, después de tres sesiones de laboriosa negociación de una cooperación global, no sorprende porque los negociadores directos no habían llegado a una plataforma mínima de entendimiento.

La conclusión del convenio fue en esta ocasión más un gesto político decidido después de varias conversaciones entre el rey Juan Carlos y Hassan II que un verdadero entendimiento. Junto a la buena voluntad mostrada por ambas partes desde el acceso al poder del primer ministro Calvo Sotelo, algunas razones objetivas militan contra una mayor comprension entre España y Marruecos.

El comunicado común Firmado por el Gobierno español y el Frente Polisario el mes de diciembre, tras las negociaciones para la liberación de los pescadores españoles que tenía apresados esa organización, estuvo detrás de todas las dificultades encontradas en las negociaciones, aunque nadie lo mencionara directamente.

Bajo la presión de partidos políticos, como el Istiqlal, el socialista y el comunista, que propugnan hoy que Rabat deje de asociar su reivindicación de Ceuta y Melilla a que España recupere el Peñón de Gibraltar, tal como es la doctrina marroquí oficial, el tema podría cobrar cierta actualidad.

El ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, en el marco de la segunda ampliación comunitaria, que Marruecos quiere negociar esta semana con el comisario para la ampliación, Lorenzo Natali, que se encuentra en Rabat, pero también con España directamente, será, sin duda, motivo de fricciones entre dos países eminentemente competidores de cara a la Comunidad.

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