Cartas al director

La carta de los obispos

Para mí, y que para muchos cristianos, la pastoral conjunta «Salvar la libertad para salvar la paz» ha constituido una profunda sorpresa.Estábamos acostumbrados al silencio aquiescente de la jerarquía y a escuchar su voz, más que en las situaciones preocupantes, en aquellas otras en las que directa o indirectamente entraban en juego sus particulares intereses.

Ante situaciones injustas o conflictivas, su silencio unas veces, su actuación otras, a jucio de muchos de connivencia con el poder, aunque personalmente hubiera mensajes y conductas de verdadero compromiso cristiano con el pu...

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Para mí, y que para muchos cristianos, la pastoral conjunta «Salvar la libertad para salvar la paz» ha constituido una profunda sorpresa.Estábamos acostumbrados al silencio aquiescente de la jerarquía y a escuchar su voz, más que en las situaciones preocupantes, en aquellas otras en las que directa o indirectamente entraban en juego sus particulares intereses.

Ante situaciones injustas o conflictivas, su silencio unas veces, su actuación otras, a jucio de muchos de connivencia con el poder, aunque personalmente hubiera mensajes y conductas de verdadero compromiso cristiano con el pueblo, contribuyeron, además de a enfriar la fe, al desencanto y la desesperanza colectivos, no sólo en lo político, sino en parcelas más importantes para la convivencia ciudadana y que van menoscabando paulatinamente las normas éticas y morales por las que una sociedad debe regirse.

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Por ello, que los obispos del País Vasco en estos momentos difíciles hayan hecho pública esta carta pastoral me parece una decisión valiente y oportuna. En ella cabe destacar su claridad, su rigor y sobre todo su voluntad de compromiso, asumiendo lo que consideran sus responsabilidades pastorales.

El documento es, además de una llamada de reflexión, un pronunciamiento en favor de la legitimidad democrática e institucional, y por ello y a pesar de la polémica que va a levantar, es un mensaje de luz y de esperanza. /

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