La postura de los médicos de la Ciudad Sanitaria Provincial

Los médicos del Hospital Provincial, en relación con el conflicto planteado en el centro, que ha trascendido a la opinión pública y motivado un amplio tratamiento informativo en los medios de comunicación, e incluso un pleno extraordinario de la Diputación Provincial, desean puntualizar:1. Que en ningún caso su actitud personal y colectiva tiene intencionalidad política partidista.

2. Que obedece exclusivamente a la necesidad de resolver una situación profesional y sanitaria.

3. Que de alguna manera esta situación se ha visto mediatizado por comportamientos de la dirección -exped...

Los médicos del Hospital Provincial, en relación con el conflicto planteado en el centro, que ha trascendido a la opinión pública y motivado un amplio tratamiento informativo en los medios de comunicación, e incluso un pleno extraordinario de la Diputación Provincial, desean puntualizar:1. Que en ningún caso su actitud personal y colectiva tiene intencionalidad política partidista.

2. Que obedece exclusivamente a la necesidad de resolver una situación profesional y sanitaria.

3. Que de alguna manera esta situación se ha visto mediatizado por comportamientos de la dirección -expedientes disciplinarios, manifestaciones del director técnico, de la presidenta del órgano de gestión- que han agudizado el conflicto, obligando a una radical defensa de la dignidad del médico.

4. Que no se trata de privilegios de casta o estamento, como quizá se ha dado a entender, sino de propiciar la mejora del nivel asistencial.

5. Tampoco se trata de entrar en la polémica sobre la clínica privada o comportamientos personales, cuestión que consideramos deliberadamente empleada como cortina de humo.

6. No existe intención de menoscabar legítimos derechos laborales y profesionales del personal no médico, al que se respeta y del que se espera el mismo trato, así como a sus órganos y sindicatos.

Una vez puntualizado lo que los médicos del Hospital Provincial no han pretendido en la motivación de sus actuaciones, desean determinar esencialmente sus problemas y aspiraciones, hasta ahora infructuosamente trasladados a la dirección debido a la falta de cauce adecuado, de respuesta ponderada y correcta, de imposible solución debido a connotaciones políticas de la mencionada dirección, como así nos han manifestado.

A partir de la quiebra de la negociación colectiva del centro en los años pasados, como lo prueba el nivel jurisdiccional en que se encuentra el convenio del pasado año, además de la pérdida del poder adquisitivo y del protagonismo necesario del grupo médico por la falta de representatividad del comité de empresa, no votado por los médicos en las últimas elecciones sindicales, se ha producido una casi unánime pretensión de los médicos contratados para su exclusión del convenio del centro hospitalario, y se ha solicitado siempre por vía legal, la apertura de negociaciones con la dirección para lo siguiente:

a) Negociación a través del instrumento jurídico que proceda -convenio colectivo, pacto sindical, acuerdo colectivo privado, etcétera- de un régimen sociolaboral exclusivamente referido a los médicos y negociado expresamente por representantes de éstos.

b) Dicho régimen colectivo pactado tendrál un contenido tal que homogeneizará en la práctica la actividad y prestaciones económicas de todos los médicos, contratados o funcionarios del hospital.

c) Establecer con carácter permanente un órgano representativo de médicos que sea reconocido como interlocutor válido por la dirección para, a través de ese cauce, informar, decidir y estudiar aquellas cuestiones que o son de interés exclusivo de los médicos o, por trascendencia en la marcha del hospital, deben ser previamente consideradas por los mismos. Ello sin perjuicio de las competencias de otros órganos legales de representación.

d) Igualmente, negociar las condiciones de representación del estamento médico en junta facultativa, comité económico, de promoción, de contratación, control de calidad, comité de docencia, etcétera, y resolver con la consideración del criterio de los médicos aspectos tan fundamentales en estos momentos como la reforma psiquiátrica, la organización del servicio de urgencias, la docencia y la situación de los residentes, etcétera.

Finalmente, queremos dejar bien sentado ante la opinión pública en general y ante nuestros enfermos en particular que las aspiraciones antes señaladas solamente suponen una racionalización beneficiosa de la asistencia sanitaria, ya que a nadie se le escapa que el médico es ejecutor cualificado, por su especial e inmediata responsabilidad para con el enfermo, y que la conducta de esta comisión siempre estará determinada por el cumplimiento de la legalidad vigente y de la deontología médica.