Milans del Bosch, trasladado al Regimiento de Artillería número 13, en Getafe

El traslado del general Milans del Bosch, para seguir bajo arresto, ahora en el Regimiento de Artillería número 13 de Getafe; la publicación en el Boletín Oficial del nombramiento de José María García Escudero como juez especial en el caso del asalto al Congreso de los Diputados, y algunos nuevos detalles sobre el comportamiento de algunos mandos al frente de unidades de primera línea en aquellas horas decisivas constituyen las novedades más destacadas respecto al golpe.El Regimiento de Artillería de Campaña número 13 (RACA 13), de Getafe, está actualmente bajo el mando accidental del t...

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El traslado del general Milans del Bosch, para seguir bajo arresto, ahora en el Regimiento de Artillería número 13 de Getafe; la publicación en el Boletín Oficial del nombramiento de José María García Escudero como juez especial en el caso del asalto al Congreso de los Diputados, y algunos nuevos detalles sobre el comportamiento de algunos mandos al frente de unidades de primera línea en aquellas horas decisivas constituyen las novedades más destacadas respecto al golpe.El Regimiento de Artillería de Campaña número 13 (RACA 13), de Getafe, está actualmente bajo el mando accidental del teniente coronel Presa, por haber ascendido el coronel Ventosa a general de Brigada. Entre los jefes del regimiento RACA 13 figuraron en su día el teniente general Gabeiras y el propio Gutiérrez Mellado.

Milans del Bosch cumplirá su arresto en el pabellón destinado al jefe de la unidad, que en la actualidad se encontraba desocupado. Desde Valencia y también desde su residencia familiar en La Moraleja (Madrid), Milans ha reclamado diversos efectos que han sido puestos a su disposición.

Hasta el momento, todos los arrestados gozan de amplia libertad de movimientos y reciben con toda libertad visitas de parientes, compañeros y amigos. No ha sido dictada medida de incomunicación alguna.

Esta situación y la ausencia de cualquier nota informativa del mando sobre la acción de los facciosos ha llamado la atención de algunos medios jurídicos y castrenses. En estos últimos se recuerda, por contraste, que las notas informativas se han producido en otras ocasiones con rapidez de horas. Ese fue el caso, por ejemplo, cuando las detenciones de algunos oficiales de la autodisuelta Unión Militar Democrática, en julio de 1975.

El nombramiento publicado ayer por el Boletín Oficial del Estado de José María García Escudero, consejero togado del cuerpo jurídico del Aire, como juez especial para la instrucción de la causa, obedece, según el preámbulo del decreto, «al deseo unánime del Gobierno de facilitar, dentro de sus facultades, la actuación judicial» para la más cumplida investigación y esclarecimiento de los hechos».

Entre los detalles que han podido precisarse está la actitud del general José Juste, jefe de la División Acorazada Brunete. Su no comparecencia en el Congreso de los Diputados para reducir al comandante Pardo Zancada -jefe de información en el Estado Mayor de la división-, señalada en la Prensa, viene explicada por su ausencia de Madrid.

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Cuando el general Juste tuvo noticias del golpe en Zaragoza, donde se encontraba para asistir a unas maniobras,, se dirigió a la Capitanía General de la región, donde entró en contacto con sus superiores. Allí recibió la orden de regresar a Madrid, lo que hizo de inmediato, poniéndose a las órdenes del Rey.

La tarde del día 23 y la madrugada del 24 fueron especialmente! tensas en la División Acorazada Brunete, que, según los planes de los golpistas, debía ocupar los centros oficiales y de comunicaciones e información de Madrid, precipitando así la adhesión al golpe de otras regiones militares.

Se ha sabido que el general Torres Rojas se encontraba reunido en el Estado Mayor de la Brunete con algunos jefes y oficiales a los que daba instrucciones, cuando regresó de Zaragoza el general Juste. Entre los oficiales hubo un intenso forcejeo no sólo dialéctico, sino físico, aunque no llegaron a sonar las armas. También han trascendido nuevos detalles sobre el duque de Montealegre, Juan Castillejo, coronel de Caballería, quien llegó hasta el Congreso de los Diputados para ponerse en contacto con el teniente coronel Tejero, que había sido subordinado suyo durante el tiempo en que permaneció destinado en la Guardia Civil.

El duque de Montealegre entró vestido de paisano la tarde del secuestro en el Congreso, y por la noche se refugió en la Escuela de Equitación.

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