La Administración hará públicos mañana los objetivos de Hunosa para los próximos tres años

La conflictividad desencadenada anteayer por los mineros de Hunosa, sin esperar a la convocatoria de huelga hecha por el SOMA-UGT y CC OO para los próximos días 19, 20, 27 y 28, provocó una rápida y eficaz intervención del presidente de la sociedad, José Manuel Fernández Felgueroso, quien consiguió convencer a los ministros interinos de Economía, José Antonio García Diez, y de Industria, Ignacio Bayón, de la gravedad de la situación planteada, puesto que el paro, que afectaba ayer a cinco pozos podía convertirse en una acción totalmente fuera del control de los sindicatos.

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La conflictividad desencadenada anteayer por los mineros de Hunosa, sin esperar a la convocatoria de huelga hecha por el SOMA-UGT y CC OO para los próximos días 19, 20, 27 y 28, provocó una rápida y eficaz intervención del presidente de la sociedad, José Manuel Fernández Felgueroso, quien consiguió convencer a los ministros interinos de Economía, José Antonio García Diez, y de Industria, Ignacio Bayón, de la gravedad de la situación planteada, puesto que el paro, que afectaba ayer a cinco pozos podía convertirse en una acción totalmente fuera del control de los sindicatos.

Como resultado de la reunión de Fernández Felgueroso con los dos ministros en funciones surgió el acuerdo de dar a conocer mañana mismo los objetivos de la Administración para Hunosa en el horizonte del 31 de diciembre de 1983. Mañana, el presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), José Miguel de la Rica, y el director general de Minas, Adriano Gómez Ligorri, harán entrega en Madrid al presidente del Consejo Regional de Asturias, Rafael Fernández, de los objetivos fijados por la Administración para la empresa nacional hullera.El Ministerio de Industria pretende homologar las pérdidas de Hunosa a las de la minería europea a finales de 1983. Según datos facilitados recientemente por el presidente de la sociedad desde 1973 a 1980, el rendimiento por picador descendió en Hunosa en un 17%, a pesar de que en ese período la producción mecanizada subterránea pasó de un 5% a un 25%. Por otra parte, la productividad media de un trabajador del interior es de 148 kilos por hora de trabajo, sólo el 69 % de la media nacional del sector hullero, y el 35 % de la de los países del Mercado Común. Industria fijará unos topes de pérdidas por tonelada arrancada, y los pozos que superen ese techo a 31 de diciembre de 1983 serán clausurados, según la filosofía inicialmente anunciada por la dirección de la empresa. El cierre del pozo Barredo durante 1981 podría ser reconsiderado dentro de la negociación del plan de reestructuración, que dará comienzo la próxima semana, con representantes de la dirección y de las centrales sindicales como únicos protagonistas. La empresa ha designado ya la comisión negociadora, que estará dirigida por el consejero-delegado Luis Solera, posiblemente como una concesión a los sindicatos, que venían insistiendo en descalificar al presidente, José Manuel Fernández Felgueroso, como interlocutor válido.

La pretensión de la izquierda, mayoritaria en Asturias, de dar participación al Consejo Regional en dichas negociaciones ha sido desoída. Sin embargo, se ha recurrido al gesto de informar, en primer lugar, al presidente preautonómico, Rafael Fernández, del PSOE, para respaldar las garantías dadas por Ignacio Bayón y José Miguel de la Rica, en el sentido de institucionalizar un profundo cambio de impresiones periódico.

La negativa de la dirección de Hunosa a realizar un adelanto a cuenta del convenio y la falta de perspectivas en cuanto al comienzo de las negociaciones sobre la reestructuración de la empresa provocó los paros parciales, que ayer afectaron a los pozos San José, de Turón; Barredo, Polio y San Nicolás, de Mieres, y Mosquitera, de Candín.

Hasta el momento, Hunosa solamente dispone de los 16.000 millones de pesetas aprobados en los Presupuestos Generales del Estado para 1981. Esta cantidad fue ampliamente superada por las pérdidas del ejercicio anterior.

Hunosa, la séptima empresa española en número de trabajadores, con una plantilla de 22.357 personas, explota un yacimiento carbonífero situado en la cuenca central asturiana. Su función es la extracción y venta del carbón.

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