Las fuerzas políticas asturianas defienden la reestructuración de Ensidesa

En los últimos días, grupos y partidos se han pronunciado en defensa del futuro de Ensidesa, la primera empresa asturiana, que da trabajo a 26.000 trabajadores. Mientras el Partido Comunista de Asturias propugna el recurso a movilizaciones en defensa del futuro de Ensidesa, el PSOE, partido mayoritario en la región, defiende la tesis de presionar a la Administración en demanda de actuaciones sectoriales concretas.

El consejo político de UCD acordó proponer a los demás partidos un estudio conjunto de la grave situación económica asturiana. La Cámara de Comercio, Industria y Navegación d...

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En los últimos días, grupos y partidos se han pronunciado en defensa del futuro de Ensidesa, la primera empresa asturiana, que da trabajo a 26.000 trabajadores. Mientras el Partido Comunista de Asturias propugna el recurso a movilizaciones en defensa del futuro de Ensidesa, el PSOE, partido mayoritario en la región, defiende la tesis de presionar a la Administración en demanda de actuaciones sectoriales concretas.

El consejo político de UCD acordó proponer a los demás partidos un estudio conjunto de la grave situación económica asturiana. La Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Asturias propugna la unidad de acción de todos los sectores de la vida regional para exigir una adecuada reestructuración de Ensidesa que mejore su posición ante el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea y como elemento condicionante del bienestar económico regional.Por su parte, Gerardo Iglesias, secretario general del Partido Comunista de Asturias, hizo un llamamiento a la población asturiana a participar en una movilización popular responsable en defensa de un «plan de salvación para Asturias». El dirigente comunista afirmó en un mitin, celebrado en Avilés, que su partido condiciona cualquier acuerdo de reestructuración sectorial a la realización de inversiones alternativas.

La junta regional de Alianza Popular de Asturias acordó solicitar del Gobierno el desmantelamiento de Altos Hornos del Mediterráneo (EL PAIS, 7-2-1981) por entender que se trata de una planta siderúrgica con unas instalaciones de cabecera obsoletas y reducidas y un modernísimo tren de laminación en frío, que debería ser trasladado.

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