Hasta el mes de abril, como pronto, no habrá ley de Divorcio

La ley de Divorcio podría entrar en vigor en España el próximo mes de abril, si el Senado mantiene la filosofía del texto que en su día le remitirá la Cámara baja, y si el sector más conservador de UCD no plantea -o no logra hacer triunfar-, en el congreso del partido, previsto para enero, la posibilidad de votar en conciencia sobre tan polémica ley. Esta hipótesis, que ha circulado durante esta semana en los pasillo del Congreso, tiene en realidad poca consistencia, dado que los democristianos cuentan con otros métodos para hacer valer sus tesis sobre el divorcio. El viaje del Papa a España, ...

La ley de Divorcio podría entrar en vigor en España el próximo mes de abril, si el Senado mantiene la filosofía del texto que en su día le remitirá la Cámara baja, y si el sector más conservador de UCD no plantea -o no logra hacer triunfar-, en el congreso del partido, previsto para enero, la posibilidad de votar en conciencia sobre tan polémica ley. Esta hipótesis, que ha circulado durante esta semana en los pasillo del Congreso, tiene en realidad poca consistencia, dado que los democristianos cuentan con otros métodos para hacer valer sus tesis sobre el divorcio. El viaje del Papa a España, por otro lado, tampoco hace conveniente que la polémica se prolongue excesivamente.

En cualquier caso, los democristianos y opusdeístas de UCD podrían modificar sustancialmente el actual proyecto de ley de Divorcio a través de sus representantes en la Cámara alta, o simplemente apoyando el voto particular del diputado centrista José Antonio Escartín. Tanto socialdemócratas como comunistas y socialistas temen realmente la posibilidad de que se alteren los puntos más progresistas del actual proyecto, comió son los plazos relativamente cortos para obtener el divorcio, el logro de la separación por mutuo acuerdo y, sobre todo, el recorte de las facultades del juez, en el tema del procedimiento.En principio, la Comisión de Justicia del Congreso tiene previsto terminar la aprobación del proyecto de ley durante la semana próxima, tras lo que quedaría paralizado hasta el mes de febrero, a causa de las vacaciones parlamentarias. En el Firimer Pleno de febrero, «aunque tuviera que ser convocado con carácter de extraordinario y acabásernos a las cuatro de la madrugada», según informaron a EL PAIS fuentes solventes, podría ser aprobado el proyecto y remitido al Senado al día siguiente. Allí comenzaría a contar el plazo reglamentario de quince días para la presentación de enmiendas, otro tanto para su lectura en ponencia y una semana más para su ratificación en el Pleno, que podría celebrarse aproximadamente a últimos de marzo. Y ya, finalmente, si las modificaciones de los senadores solamente se refieren a aspectos técnicos, el Congreso le daría su visto bueno a primeros de abril, cuyo último y definitivo paso sería únicamente la publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Voto particular recogiendo la filosofía de los democristianos

El diputado socialista Virgilio Zapatero aseguró ayer a EL PAIS que el mantenimiento del voto particular de José Antonio Escartín ha sido la causa por la que no se han comprometido a acelarar al máximo el trabajo de la comisión. Este voto particular, que de momento no ha sido presentado por escrito, pero que se mantiene vigente en el texto de la ponencia recogería -según fuentes de PSOE- la filosofía de los democristianos de UCD, es decir, introduciría una disposición adiciona en la ley a través de la que se facultaría al juez para investigar si los cónyuges que solicitan el divorcio de mutuo acuerdo han tenido, de hecho, «cese efectivo de la convivencia conyugal».

Para ello, podría requerir la presencia de testigos y cuantas pruebas estimase necesarias y entraría además el ministerio fiscal intervenir en calidad de «defensor del vínculo matrimonial». El actual proyecto establece, a este respecto, que si los cónyuges que solicitan el divorcio tienen ya pactada la repartición de los bienes, el juez no tiene más misión que la de conceder atitomáticamente la disolución matrimonial.