Crítica:MUSICA

Festival Bach de Ibermúsica

Ciclo de IbermúsicaBach: integral de las Suites para violonchelo solo. David Gueringas, Violonchelo.

Teatro Real, 3 y 4 de diciembre de 1980.

Cuando un intérprete no posee el total dominio del instrumento, ese dominio sólo al alcance de los elegidos que consigue hacernos olvidar durante el concierto la existencia del instrumento como medio físico, un recital solista adquiere a menudo perfiles de combate singular entre uno y otro, con la partitura como árbitro. Esto ocurrió en el concierto del pasado jueves, en el cual David Gueringas, que seguramente n...

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Ciclo de IbermúsicaBach: integral de las Suites para violonchelo solo. David Gueringas, Violonchelo.

Teatro Real, 3 y 4 de diciembre de 1980.

Cuando un intérprete no posee el total dominio del instrumento, ese dominio sólo al alcance de los elegidos que consigue hacernos olvidar durante el concierto la existencia del instrumento como medio físico, un recital solista adquiere a menudo perfiles de combate singular entre uno y otro, con la partitura como árbitro. Esto ocurrió en el concierto del pasado jueves, en el cual David Gueringas, que seguramente no tuvo su tarde, luchó con el violonchelo sin conseguir del todo la victoria. Claro que el árbitro no era imparcial, sino decididamente partidista a favor del instrumento: las Suites para violonchelo solo, de J. S. Bach.

Dos recitales en días consecutivos, con hora y media cada uno de violonchelo bachiano, en el inmenso escenario del Real (demasiado teatro para recitales de este tipo), es para un joven instrumentista un riesgo artístico enorme que, cuando se asume con responsabilidad plena -como sin duda es este el caso-, debe predisponer al aplauso. No lo entendió así algún espectador airado de la sesión a la que asistí, el cual provocó con su protesta más intensidad y largura en los aplausos de la mayoría.

David Gueringas plantea un Bach de seria y correcta musicalidad, basado en el rigor y en la autosuficiencia de lo escrito, sin discutibles añadidos expresivistas. El excelente arranque de su carrera hace prever que cuando la técnica madure y se asiente, los pasajeros fallos, prácticamente inevitables en recitales de este tipo, no alterarán el temple del intérprete.

Finalistas del Arpa de Oro

El jurado seleccionador del VII Concurso de Composición Arpa de Oro, de la Confederación de las Cajas de Ahorro, presidido por Harry Halbreich y formado por Franco Gil, Enrique Franco, Agustín Bertomeu, Jesús Villa Rojo e Ignacio Saralegui, como secretario, ha seleccionado las cuatro obras que pasarán a la final.

Dichas obras son: Nucleofonía, de Zulema de la Cruz; Cántico, de José María García Laborda; O Tempora, de José García Rorrán, y Diana de Efeso, de Migael Angel Martín Lladó. Todas ellas han obtenido ya un premio de 50.000 pesetas y el de recho a ser editadas e interpretadas. La que obtenga el Arpa de Oro, recibirá 400.000 pesetas en metálico, y la clasificada con el Arpa de Plata, 150.000. Está prevista también la grabación en disco.

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