La central nuclear de Almaraz, bloqueada por la Diputación de Cáceres

Unión de Centro Democrático basó su campaña electoral en las pasadas municipales extremeñas en la aprobación parlamentaria de un canon por producción de energía eléctrica. Ahora la Diputación de Cáceres, en la que es mayoría UCD, se opone a la puesta en marcha de la central nuclear de Almaraz, que dispone de permiso provisional de explotación, mientras el canon no sea ley formal. Cáceres produce 4.000 millones de kilovatios/año, de los cuales consume un 6%. Con la energía producida por los dos grupos de Almaraz, el canon supondría para la provincia una cantidad de 3.386 millones de pesetas. El...

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Unión de Centro Democrático basó su campaña electoral en las pasadas municipales extremeñas en la aprobación parlamentaria de un canon por producción de energía eléctrica. Ahora la Diputación de Cáceres, en la que es mayoría UCD, se opone a la puesta en marcha de la central nuclear de Almaraz, que dispone de permiso provisional de explotación, mientras el canon no sea ley formal. Cáceres produce 4.000 millones de kilovatios/año, de los cuales consume un 6%. Con la energía producida por los dos grupos de Almaraz, el canon supondría para la provincia una cantidad de 3.386 millones de pesetas. El presidente de la diputación discutirá mañana el tema con el ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón. Aquél está dispuesto a dimitir de su cargo si no se atienden sus peticiones, mientras la central está bloqueada.

El ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, tratará de convencer mañana al presidente de la Diputación de Cáceres, Jaime Velázquez, para que abandone su liderazgo de oposición a la puesta en marcha de la central nuclear de Almaraz, mientras no se apruebe en Cortes el proyecto de ley reguladora del canon, sobre producción de energía eléctrica.El presidente de la Diputación de Cáceres, hombre de UCD, cederá en su intención de «constituirse con la corporación en pleno permanente e ininterrumpido », a cambio del adelanto de un año de canon, es decir, 3.386 millones de pesetas, si se incluye la producción prevista de los dos grupos de la central nuclear de Almaraz, o bien 1.457 millones de pesetas que corresponderían a la provincia por la potencia instalada en la actualidad, 1.755.761 kilovatios.

Si el proyecto de ley regulador del canon sobre energía -el canon previsto es del 5 % del precio de kilovatio- no se aprueba antes de que finalice el año, «me iría de presidente», aseguró a EL PAIS Jaime Velázquez, «e incitaría que se fueran los alcaldes, acciones paralegales éstas que podrían producir en Cáceres un auténtico vacío de poder».

Posturas razonables

En la provincia de Cáceres, a excepción de la izquierda encarnada en el Movimiento Comunista, no existe una oposición radical al tema nuclear. Según datos de la propia diputación, las empresas que a partes iguales construyen la central nuclear de Almaraz -Sevillana de Electricidad, Hidroeléctrica Española y Unión Eléctrica- llevan invertidos 55.839 millones de pesetas. «Nosotros», dice Jaime Velázquez, «no queremos guerras perdidas, no vamos a ir contra la empresa ni propondremos movilizaciones, aunque a mí me da la impresión de que si tocamos las campanas a rebato no falla un solo alcalde».

El canon de energía no es el maná para la provincia de Cáceres, cuya renta per cápita es la antepenúltima de las españolas, con 136.220 pesetas, cuando la media nacional está en las 215.233 pesetas. «Este es un pueblo sufrido, apagado, que aguanta todo lo que le echen», añade Jaime Velázquez. «Pero no nos hace falta ninguna central nuclear. En Cáceres se producen 4.000 millones de kilovatios y se consumen 250. Somos la cuarta provincia española en producción y la última en consumo per cápita. La aprobación del canon nos ayudaría a intentar la solución de muchos de nuestros problemas».

«¿Por qué no se aprobó el canon en el Parlamento desde el mes de enero en que entró el proyecto de ley?», añade el presidente de la diputación. «No lo sé exactamente, pero tengo que empezar a pensar que no caía bien a las nacionalidades y que el principio de solidaridad que predica la Constitución sufre quiebras».

Ocho años de espera

La central nuclear de Almaraz, que incorpora dos grupos, con una potencia de 930 megavatios en cada grupo, será la primera de su tipo que entre en producción, tras la aprobación, en julio del pasado año, del Plan Energético Nacional. En la actualidad son tres las centrales nucleares que funcionan en España: José Cabrera (Guadalajara, 160 megavatios), Garoña (Burgos, 460 megavatios) y Vandellós I (Tarragona-500 megavatios).

El 1,5% del total de la energía primaria española es de origen nuclear, según datos del Ministerio de Industria y Energía a 1 de septiembre. El petróleo supone el 64,4%; el carbón, el 20%; la energía hidráulica, el 11,2%, y el gas natural, el 2,9%. Del total de energía eléctrica, el 4,6 % es nuclear.

El permiso de construcción de la central de Almaraz se remonta al año 1973. Situada a un centenar de kilómetros por carretera de Cáceres, en el término municipal de Navalmoral de la Mata, dispone de un embalse artificial cuyas aguas se toman del río Tajo, que discurre por las proximidades. La central consta de dos unidades de técnica Westinghouse de reactor de agua a presión. En las previsiones del proyecto se estima que la energía producida se destinará al abastecimiento de Madrid y Sevilla. El primer grupo está previsto que funcione el próximo mes de marzo, y el segundo, un año más tarde.

A principios del presente año, la Diputación de Cáceres ya manifestó su oposición a que el primer grupo de la central se pusiera en marcha si antes no se aprobaba el canon sobre energía. La empresa, entre tanto, recorrió los últimos tramos de la construcción.

La corporación provincial, en este tiempo, solicitó sin éxito información sobre el permiso provisional de explotación, es decir, la carga del núcleo reactor. A finales del pasado mes de septiembre se conoció, por conductos oficiosos, la proximidad de la concesión del permiso. Es entonces cuando el pleno de la diputación exigió del Gobierno la aprobación del canon, el establecimiento de una red de seguridad en torno a la instalación de la central y la presencia del ministro de Industria y Energía en aquellas tierras para explicar el alcance de las decisiones.

El pasado lunes se concedió el permiso provisional de explotación. La compañía pudo proceder entonces a la carga del núcleo, porque dispone de parte del material necesario, almacenado desde hace algo más de un año. El pleno de la diputación amenazó entonces con su constitución en pleno permanente e ininterrumpido y su presidente viajó varias veces a Madrid para exponer la postura de la corporación ante la Administración.

La tarde del jueves, a su regreso de Noruega, el ministro de Industria, Ignacio Bayón, se puso en contacto con el presidente de la diputación de Cáceres para concertar una entrevista y comunicarle que había dado orden de que no se cargara el reactor.

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