Bokassa confirma haber regalado diamantes a Giscard
El asunto de los diamantes del presidente Valéry Giscard y de Jean Bedel Bokassa ha vuelto a emerger de manera espectacular. El ex emperador de Centroáfrica, desde su refugio de Abidjan (Costa de Marfil), telefoneó al semanario satírico parisiense Le Canard Enchainé para confirmar todas las revelaciones anteriores.Sus declaraciones descubren otro caso: el del escritor Roger Delpey, encarcelado desde el último mes de mayo en París, «por espía», pero que se sospecha fue detenido para evitar que escribiera las memorias del ex emperador y antropófago.
El pasado día 9 del mes e...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El asunto de los diamantes del presidente Valéry Giscard y de Jean Bedel Bokassa ha vuelto a emerger de manera espectacular. El ex emperador de Centroáfrica, desde su refugio de Abidjan (Costa de Marfil), telefoneó al semanario satírico parisiense Le Canard Enchainé para confirmar todas las revelaciones anteriores.Sus declaraciones descubren otro caso: el del escritor Roger Delpey, encarcelado desde el último mes de mayo en París, «por espía», pero que se sospecha fue detenido para evitar que escribiera las memorias del ex emperador y antropófago.
El pasado día 9 del mes en curso, Bokassa telefoneó a Le Canard y durante una hora dialogó con cinco periodistas y fue grabada la conversación. Confirmó la autenticidad de todos los documentos que este mismo semanario ha publicado de un año a esta parte sobre los regalos de diamantes. «Ustedes no pueden imaginar», exclama, «lo que yo le he dado a esta familia. Se lo aseguro, no pueden imaginárselo».
Hace cuatro meses, en París, fue detenido el ex suboficial francés y escritor Roger Delpey. Las autoridades de París le acusaron de espía al servicio de Libia. El asunto se perfiló turbio desde el comienzo, pero ahora es cuando se sospecha que está ligado a las relaciones del tándem Giscard-Bokassa. Delpey, según Bokassa, estaba en posesión de 187 documentos que debían servirle para escribir las memorias del ex emperador y, muchos de ellos, se referían a los lazos que le unían a la familia Giscard.
La Prensa progubernamental, escrita y hablada, silencia o minimiza el caso. Los gaullistas estiman «abrumadores», más que los hechos, «los métodos empleados para estrangular este asunto». En los medios de la Prensa parisiense se asegura que, a lo largo de los siete meses que faltan para las elecciones presidenciales, al asunto de los diamantes le seguirán otros no menos envenenados.