El antiguo espía Anthony Blunt dimite como miembro de la Academia Británica

El antiguo espía soviético Anthony Blunt ha presentado su dimisión como miembro de la Academia Británica, debido, a los recelos y opiniones en su contra que circulaban entre varios de sus colegas desde que, a finales del año pasado, se hizo público su condición de espía para los servicios soviéticos durante la guerra.El llamado «cuarto hombre» de la mayor red de espionaje soviética en Inglaterra -los otros tres hombres eran Donald Mac Lean, Guy Burgess y Kim Philby-, cuyas actividades de espionaje fueron reveladas el año pasado por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, a la Cámara ...

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El antiguo espía soviético Anthony Blunt ha presentado su dimisión como miembro de la Academia Británica, debido, a los recelos y opiniones en su contra que circulaban entre varios de sus colegas desde que, a finales del año pasado, se hizo público su condición de espía para los servicios soviéticos durante la guerra.El llamado «cuarto hombre» de la mayor red de espionaje soviética en Inglaterra -los otros tres hombres eran Donald Mac Lean, Guy Burgess y Kim Philby-, cuyas actividades de espionaje fueron reveladas el año pasado por la primera ministra británica, Margaret Thatcher, a la Cámara de los Comunes, aunque la policía lo sabía desde el año 1964, es miembro de la Academia Británica desde hace treinta años, en razón de su formación de historiador del arte.

En 1964, los servicios secretos británicos descubrieron que Anthony Blunt desarrolló actividades de espionaje para los rusos. A cambio de su confesión y de una información completa sobre la red, los servicios secretos británicos le garantizaron su inmunidad. Al ser descubierto su caso al Parlamento por la primera ministra, se levantó en toda Inglaterra una gran polémica sobre el caso. El mismo Blunt confesó públicamente que había sido traidor a Inglaterra.

Anthony Blunt, de 72 años de edad, antiguo consejero artístico de la reina de Inglaterra, había sido destituido de su título de sir a raíz de la revelación de sus actividades. Recientemente, en una carta enviada al presidente de la Academia Británica, sir Kenneth Dover, había afirmado: «Pienso que mi dimisión es el único medio de apaciguar las disensiones que ha causado mi presencia en el seno de la academia».

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