Marinaleda, testigo del hambre de Andalucía
« Me fui a Barcelona para dejar de pasar hambre, y vengo ahora y me vuelvo a encontrar con el hambre». Filomena Baena abandonó un pueblo andaluz llamado Marinaleda hace veinticinco años. Ese nombre, Marinaleda, ha saltado a las páginas de los periódicos del país estos días a causa de una huelga de hambre que setecientos de sus vecinos han acordado iniciar y mantener hasta que su situación se resuelva.Juan Manuel Sánchez Gordillo, el joven alcalde del pueblo sevillano, manifestó ayer: «Ni un telegrama, ni una llamada, ni una promesa; todos, los de izquierda también, están de vacaciones. Aquí só...
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« Me fui a Barcelona para dejar de pasar hambre, y vengo ahora y me vuelvo a encontrar con el hambre». Filomena Baena abandonó un pueblo andaluz llamado Marinaleda hace veinticinco años. Ese nombre, Marinaleda, ha saltado a las páginas de los periódicos del país estos días a causa de una huelga de hambre que setecientos de sus vecinos han acordado iniciar y mantener hasta que su situación se resuelva.Juan Manuel Sánchez Gordillo, el joven alcalde del pueblo sevillano, manifestó ayer: «Ni un telegrama, ni una llamada, ni una promesa; todos, los de izquierda también, están de vacaciones. Aquí sólo vienen por los votos».
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