Los libros sobre De Gaulle, los más leídos en Francia

El general Charles de Gaulle, aquel símbolo «ejemplar» de la granderur francesa, continúa siendo el ídolo de los franceses, de creer las estadísticas, según las cuales, los libros recientes sobre su figura son los más. leídos por sus compatriotas. Más genéricamente, la historia, novelada o no, es el alimento intelectual de predilección de los lectores de este país que, parece ser también, se ilustran mucho más este verano, como consecuencia del recorte de las vacaciones nómadas que permitían los tiempos de economía abundante y por mor, igualmente, de las vacaciones mojadas que se están viviend...

El general Charles de Gaulle, aquel símbolo «ejemplar» de la granderur francesa, continúa siendo el ídolo de los franceses, de creer las estadísticas, según las cuales, los libros recientes sobre su figura son los más. leídos por sus compatriotas. Más genéricamente, la historia, novelada o no, es el alimento intelectual de predilección de los lectores de este país que, parece ser también, se ilustran mucho más este verano, como consecuencia del recorte de las vacaciones nómadas que permitían los tiempos de economía abundante y por mor, igualmente, de las vacaciones mojadas que se están viviendo en Francia.

En esta primera mitad del año se han publicado dos libros sobre parcelas de la vida de De Gaulle: Las tres últimas penas del general De Gaulle, de dos periodistas, Anne y Pierre Rouanet, y Mi general, de Olivier Guichard, ministro gaullista en Varias ocasiones y confidente del general durante los diez años de su «travesía del desierto», antes de que se reincorporara al poder en 1958. Estas dos obras, con El quinto jinete, de Lapierre y Collins, sobre la bomba atómica del coronel Gadafi, son las más leídas, con mucha diferencia respecto al resto de la edición gala. A poca distancia les sigue un libro que, de hecho, es historia también, puesto que se trata de una monumental biografía del escritor François Mauriac, escrita por el intelectual francés Jean Lacouture, especializado en este tipo de trabajos biográficos.Su obra sobre Malraux ya lo había calificado en este país como «el biógrafo del siglo ». En este mismo sector, Las guerras de religión, de Pierre Miquel, ocupa otro puesto destacado. La verdadera guerra, de Nixon, es otro éxito franco.

Tras la histora, el escritor tradicional francés, que escribe bien y narra tramas sin complicaciones estilísticas o de construcción atrae a la gran masa de lectores (el 53% de los franceses compra algún libro a lo largo del año, pero sólo el 42% lee un libro como mínimo). En este sentido, un estudio sobre los autores más leídos de los que han publicado novelas durante los seis primeros meses de este año revela que Henri Troyat (Viou) y Robert Sabatier (Las hijas cantantes) continúan en la picota del gusto del lector medio, de igual manera que, en otro plano más simplista, relucen Rene Fallet (La sopa de repollo), que es una especie de George Brassens, pero en escritor, y René Barjavel (La carretilla azul).

En el mismo plano de lectura se situán los libros documento sobre temas de sociedad actuales. Además, el amor, de Elisabeth Badinter, sobre la condición de la mujer, se mantiene en el primer plano de actualidad desde que apareció, hace varios meses. Otro tanto ocurre con El paseante enamorado, de Dominique Fernández, sobre la homosexualidad.