Breznev y Occidente

Los hombres de Estado europeos están encantados con Breznev. Las conversaciones que mantienen con él dan siempre resultados positivos. Giscard d'Estaing se felicita de que, después de Varsovia, los soviéticos hayan anunciado una retirada de tropas de Afganistán. Después de Moscú, Helmut Schmidt tiene razones para pensar que los países occidentales y la URSS lleguen a negociaciones sobre los cohetes euro estratégicos.Perfecto, aunque todo esto nos deja perplejos y escépticos. Hay en la política extranjera de Europa una vaguedad, una distanciación, casi un divorcio entre las proclamaciones ofici...

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Los hombres de Estado europeos están encantados con Breznev. Las conversaciones que mantienen con él dan siempre resultados positivos. Giscard d'Estaing se felicita de que, después de Varsovia, los soviéticos hayan anunciado una retirada de tropas de Afganistán. Después de Moscú, Helmut Schmidt tiene razones para pensar que los países occidentales y la URSS lleguen a negociaciones sobre los cohetes euro estratégicos.Perfecto, aunque todo esto nos deja perplejos y escépticos. Hay en la política extranjera de Europa una vaguedad, una distanciación, casi un divorcio entre las proclamaciones oficiales y los hechos aparentes o reales que conocemos. ¿Optimismo forzado o fundado sobre algo consistente? (...)

El presidente de la República nos ha informado que Francia no ayudaría a la rebelión afgana. A Schmidt, los soviéticos le han hecho saber que la retirada de tropas anunciada era suficiente, que el tema estaba agotado y que había llegado el momento de hablar de otra cosa.

El cálculo de Moscú nos parece bastante claro. Se trata de ganar el tiempo suficiente para que el cuerpo expedicionario soviético aplaste a la resistencia afgana. Después de lo cual, se podrá instalar sin oposición en Kabul un régimen político totalmente sumiso a la Unión Soviética. (...)

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3 de julio

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