Las repercusiones en España no serán inmediatas

Los acuerdos de incremento del precio de referencia del petróleo OPEP significarán una nueva subida de los precios de los productos energéticos en España, pero no de forma inmediata.

La naturaleza ficticia, o por lo menos no unánime, de los acuerdos de Argel, que establecen un precio de referencia que no va a ser respetado inmediatamente por nuestro principal suministrador (Arabia Saudí), dan un balón de oxigeno a los sufridos consumidores españoles y, evidentemente, también al Gobierno.

Pero no hay duda de que el Gobierno tendrá que subir de nuevo, quizá en la mitad del verano, ...

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Los acuerdos de incremento del precio de referencia del petróleo OPEP significarán una nueva subida de los precios de los productos energéticos en España, pero no de forma inmediata.

La naturaleza ficticia, o por lo menos no unánime, de los acuerdos de Argel, que establecen un precio de referencia que no va a ser respetado inmediatamente por nuestro principal suministrador (Arabia Saudí), dan un balón de oxigeno a los sufridos consumidores españoles y, evidentemente, también al Gobierno.

Pero no hay duda de que el Gobierno tendrá que subir de nuevo, quizá en la mitad del verano, los precios de la gasolina, los gasóleos y los gases derivados del crudo. Los cálculos señalan la cifra de quizá otras cuatro pesetas por litro.

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Arabia Saudí vende a España un tercio aproximadamente del crudo que consumimos. Si el Gobierno de Ryad mantiene por tres meses este precio, lo que es improbable, entre nuestras reservas (casi sesenta días) y esos meses de plazo existe la seguridad de que un tercio de nuestras gasolinas y gasóleos no tienen por qué subir de precio hasta final del año.

La subida del crudo saudí en dos fases

Pero si, como es casi seguro, la subida saudí se realiza en dos fases, habrá repercusiones, pero éstas serán algo inferiores a los 22.000 millones de pesetas adicionales por dólar de encarecimiento, que Luis Magaña, comisario de la Energía, estimó ayer en una entrevista.

Con todo, es indudable que el precio medio que el Gobierno calcula ahora para nuestro crudo importado ya no es de 30 dólares de referencia, que marca la OPEP, teniendo en cuenta que nuestro segundo suministrador (Irak) ha elevado ya el precio a ese nivel, con efectividad al primero de julio.

Después, con la subida probable de Arabia Saudí (dos dólares), que vendrá en dos semanas como mucho y con efectividad al primero de julio, y con los reajustes de los países norteafricanos (su precio será de 40 dólares, diga lo que diga la OPEP), la factura petrolera experimentará otro salto hacia arriba, hasta situarse por encima de aquellos 13.000 millones de dólares, que, según dijo un alto funcionario hace cinco meses, no se alcanzarían durante este año. Y que no sean más.

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