Gran Bretaña mantiene su prohibición a la entrada de patata española

El Gobierno británico se ha mostrado inflexible en su determinación de mantener la prohibición sobre el envío de patatas españolas al Reino Unido con el pretexto de que las subvenciones de las autoridades españolas a dicho producto constituyen una competencia desleal para los agricultores británicos.La postura inglesa ha sido expuesta con claridad meridiana al embajador español en Londres, marqués de Perinat, por el ministro británico de Agricultura, Peter Walker, cuyo departamento prohibió sin previo aviso las entradas de patatas españolas en este país el pasado martes.

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El Gobierno británico se ha mostrado inflexible en su determinación de mantener la prohibición sobre el envío de patatas españolas al Reino Unido con el pretexto de que las subvenciones de las autoridades españolas a dicho producto constituyen una competencia desleal para los agricultores británicos.La postura inglesa ha sido expuesta con claridad meridiana al embajador español en Londres, marqués de Perinat, por el ministro británico de Agricultura, Peter Walker, cuyo departamento prohibió sin previo aviso las entradas de patatas españolas en este país el pasado martes.

La prohibición británica, que constituye un duro golpe al comercio bilateral entre los dos países, se ha extendido increíblemente a las exportaciones españolas ya en ruta hacia Inglaterra y ha afectado a 89 vagones de patatas, con un total de 2.500 toneladas, que se encuentran en el puerto de Dunquerque sin la posibilidad de cruzar el canal hacia puertos ingleses.

En la entrevista entre Perinat y Walker, calificada en medios diplomáticos como «muy dura», el embajador español pretendió dos objetivos: de una parte, la revocación de las medidas británicas, consideradas a todas luces como injustas, desde el punto de vista del comercio bilateral, y, de otra, salvar esos 89 vagones que se encuentran en los muelles franceses.

En cuanto a la primera pretensión española, Peter Walker expresó al embajador español la determinación británica de mantener la prohibición en tanto España mantenga la subvención a la exportación con que prima a los agricultores españoles. Por lo que respecta a los envíos ya en camino, Walker se escudó en que el permiso de entrada de esas patatas en el Reino Unido no depende sólo de su departamento, sino que afecta de forma primordial al Ministerio de Comercio británico. El ministro de Agricultura prometió una respuesta en las próximas horas, aunque los importadores de patatas españoles temen que el permiso, caso de producirse, llegue demasiado tarde, ya que, como patata nueva, se trata de un producto perecedero.

El representante español hizo especial hincapié en que, caso de no resolverse el tema de forma inmediata, España tomaría las represalias adecuadas.

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