Detención de presuntas terroristas alemanas en París

La policía francesa detuvo en París a Sieglinde Hoffmann, de 35 años, que se supone pertenece al grupo terrorista alemán Fracción del Ejército Rojo y a la que se perseguía por presunta participación en el asesinato del banquero Jüergen Ponto, informó ayer la dirección de la policía judicial.

Hoffman fue detenida en un piso del distrito cinco de la capital francesa, al mismo tiempo que otra alemana, Ingrid Barabaz, veinte años, que era objeto de un mandamiento internacional de detención, por pertenencia a organización ilegal.

Un registro fue efectuado en el apartamento, donde ...

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La policía francesa detuvo en París a Sieglinde Hoffmann, de 35 años, que se supone pertenece al grupo terrorista alemán Fracción del Ejército Rojo y a la que se perseguía por presunta participación en el asesinato del banquero Jüergen Ponto, informó ayer la dirección de la policía judicial.

Hoffman fue detenida en un piso del distrito cinco de la capital francesa, al mismo tiempo que otra alemana, Ingrid Barabaz, veinte años, que era objeto de un mandamiento internacional de detención, por pertenencia a organización ilegal.

Un registro fue efectuado en el apartamento, donde la policía halló armas y municiones.

Otras tres jóvenes alemanas, que mantenían relaciones con Hoffmann y Barabaz y cuya identidad no pudo ser aún establecida por poseer documentación falsa, fueron detenidas ayer por la policía parisiense.

Sieglinde Hoffmann está considerada como una de las terroristas más peligrosas de la Fracción del Ejército Rojo alemán.

Se supone participó en el secuestro del líder del partido demócrata cristiano italiano, Aldo Moro, y en el asesinato, en julio de 1977, del presidente del Dredsner Bank, Juergen Ponto.

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Al ser detenida en Paris, Hoffmann se encontraba armada, pero no pudo utilizar la pistola que llevaba sujeta a un cinturón.

En compañía de otras tres terroristas, Sieglinde Hoffinarin había sido ya detenida en 1978 en Zagreb (Yugoslavia), pero las autoridades yugoslavas, ante la imposibilidad de conseguir de las alemanas la extradición de extremistas croatas, las liberaron.

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