Marruecos no ha formulado aún acusaciones concretas contra los pescadores españoles retenidos en Casablanca

Marruecos no ha precisado aún oficialmente cuáles son las acusaciones concretas contra los veintiún pesqueros españoles detenidos desde el pasado viernes por patrulleras marroquíes y conducidos al puerto de Casablanca, donde aún se encuentran.

Las autoridades de la marina mercante marroquí autorizaron ayer el regreso a España de dos de los pescadores pertenecientes A la flotilla apresada.Uno de ellos, Manuel Gómez Roldán, sufrió recientemente una operación quirúrgica en una pierna y se ha resentido de ella al sufrir un golpe en la misma. Otro, Antonio Franco, es el patrón de tino de...

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Marruecos no ha precisado aún oficialmente cuáles son las acusaciones concretas contra los veintiún pesqueros españoles detenidos desde el pasado viernes por patrulleras marroquíes y conducidos al puerto de Casablanca, donde aún se encuentran.

Las autoridades de la marina mercante marroquí autorizaron ayer el regreso a España de dos de los pescadores pertenecientes A la flotilla apresada.Uno de ellos, Manuel Gómez Roldán, sufrió recientemente una operación quirúrgica en una pierna y se ha resentido de ella al sufrir un golpe en la misma. Otro, Antonio Franco, es el patrón de tino de los barcos que no llegó a entrar en puerto.

Ni el cónsul español en Casablanca ni la embajada de España habían podido lograr ayer basta mediada la tarde que se les informara de las diligencias efectuadas contra los citados barcos, que según se cree ya están concluidas por parte de la Marina de guerra.

La única información a este respecto procede de los propios pescadores, que afirman haber firmado los atestados que les presentaron las autoridades militares antes de permitirles que pasaran a la zona civil del puerto.

Una vez más, los pescadores españoles pueden haber reconocido determinadas culpabilidades con esa firma de documentos redactados en francés o árabe -que ellos no entendieron- y cuya ratificación se les urgió antes de que pudieran hablar con el cónsul español y sin la presencia de éste.

Unos doscientos hombres, tripulantes de los veinte barcos que se encuentran fondeados en Casa blanca (un barco averiado no pudo ser trasladado a este puerto marro, que deambulan por el muelle de pesca a la espera de que se decida sobre ellos.

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Mutismo marroquí

Como es ya habitual aquí, ningún responsable marroquí está visible o disponible para los periodistas. La prensa local, por otra parte, no hizo ayer más que una leve referencia al caso, citando un despacho de agencias procedente de Madrid.La única reacción oficial marroquí ha, sido, por el momento, a instancias de EL PAIS, para negar que el embajador de Marruecos en Madrid hubiese sido llamado en consulta a Rabat. Según fuente oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores, «el embajador en Madrid, Maati Jorio, tenía, efectivamente, que venir a Rabat en el marco de sus actividades, de la misma forma que han venido otros embajadores, aunque ello no tiene nada que ver con el asunto de los barcos».

Como reflejo de la desinformación que existe en tomo al tema de la pesca, el pesquero Playa Lisa, que se hallaba retenido en el puerto de Dajla (ex Villa Cisneros) desde el pasado 3 de abril sin que nadie lo supiera, fue liberado ayer.

El director y el subdirector de Pesca y Marina¡ Mercante de Marruecos fueron recibidos el lunes en su Ministerio competente, de Comercio, y se espera que tras la información de éstos sobre el caso de los barcos españoles, las autoridades marroquíes adopten una decisión, que como el apresamiento mismo, parece que va a ser política.

Coincidiendo con estos incidentes, el diario del partido Istiqlal, L'Opinion, publicaba ayer una entrevista exclusiva con el secretario general del partido y ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, en la cual éste se quejaba sutilmente de que las relaciones hispano-marroquíes estén siempre sometidas a los incidentes en la pesca o cualquier otra coyuntura.

«Nuestras relaciones con España», señalaba Bucetta, «atraviesan altos y bajos, debido a que el país vecino pasa por un período de cambio. Las relaciones entre España y Marruecos, sin embargo, deben guiarse por perspectivas a largo plazo, al margen de los incidentes coyunturales.»

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