Triunfó Yiyo en una novillada muy interesante

La primera novillada del ciclo programado en San Sebastián de los Reyes ha sido un éxito completo, tanto por el buen juego de los novillos como por la interesante actuación de los tres jóvenes novilleros.De los novillos hay que destacar la excepcional nobleza del primero y la bonita lámina del cuarto y del quinto: aquél, negro bragado y calcetero, y éste, cárdeno. De los novilleros, el triunfador de la tarde fue Yiyo, que estuvo muy torero con el quinto. En su primero toreó Yiyo muy bien a la verónica, con las manos muy bajas y cargando la suerte. Con la muleta estuvo con muchos recursos, pero...

La primera novillada del ciclo programado en San Sebastián de los Reyes ha sido un éxito completo, tanto por el buen juego de los novillos como por la interesante actuación de los tres jóvenes novilleros.De los novillos hay que destacar la excepcional nobleza del primero y la bonita lámina del cuarto y del quinto: aquél, negro bragado y calcetero, y éste, cárdeno. De los novilleros, el triunfador de la tarde fue Yiyo, que estuvo muy torero con el quinto. En su primero toreó Yiyo muy bien a la verónica, con las manos muy bajas y cargando la suerte. Con la muleta estuvo con muchos recursos, pero la faena fue superficial, con exceso de adornos y de aspavientos. No obstante, hubo varios naturales de frente que tuvieron verdadera calidad. Con el quinto volvió a torear con gusto y personalidad con el capote, rematando una serie de verónicas con una preciosa larga. Al final de la faena le anduvo al burel con unos pases por bajo de lidiador consumado.

Aragón Cancela estuvo voluntarioso con el capote en sus dos novillos, pero no pasó de vulgar. Con la muleta le hizo al primero una faena muy templada, con muletazos sobre ambas manos de suave trazo. Pero pasó al novillo de faena y le costó mucho matarlo, lo cual enfrió los tendidos. Además la nobleza del astado fue superior a la calidad de los muletazos. Con el cuarto, que llegó a la muleta con cierta bronquedad, estuvo Aragón Cancela muy valiente y lucido.

Antonio Amores toreó bien de capote a sus dos novillos, aunque un tanto rápido. En el tercero comenzó la faena con dos hermosos ayudados por alto cargando la suerte, para ir a menos en una labor larguísima en diversos terrenos. Sobresalió en un par de pases de pecho.