Reticencias de los profesionales sobre la reforma sanitaria proyectada

La Comisión de Sanidad y Seguridad Social del Congreso de los Diputados continuó ayer recibiendo los informes de los expertos ajenos a la Cámara en torno al documento de trabajo sobre la reforma sanitaria. Los altos cargos del Ministerio de Sanidad que comparecieron ayer abogaron resueltamente por las líneas generales de la citada reforma proyectada por el Gobierno y que se plasmará en la futura ley de la Salud, mientras que los representantes de los veterinarios, farmacéuticos y asistentes técnicos sanitarios expusieron sus reticencias sobre la escasa participación de sus respectivas profesio...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Comisión de Sanidad y Seguridad Social del Congreso de los Diputados continuó ayer recibiendo los informes de los expertos ajenos a la Cámara en torno al documento de trabajo sobre la reforma sanitaria. Los altos cargos del Ministerio de Sanidad que comparecieron ayer abogaron resueltamente por las líneas generales de la citada reforma proyectada por el Gobierno y que se plasmará en la futura ley de la Salud, mientras que los representantes de los veterinarios, farmacéuticos y asistentes técnicos sanitarios expusieron sus reticencias sobre la escasa participación de sus respectivas profesiones en la reforma sanitaria.

Las mayores discrepancias entre los grupos parlamentarios sobre la reforma sanitaria se refieren a la financiación, participación y gestión sanitaria, y se darán a conocer en el Pleno del Congreso que habrá de decidir sobre el documento elaborado por la Comisión. Mientras llega ese momento, socialistas y comunistas dirigieron sus críticas a la reforma sanitaria a través de las preguntas a los expertos y de algunas respuestas que obtuvieron de ellos, decididamente contrarias al planteamiento gubernamental de la reforma.Durante la mañana, informaron a la Comisión dos altos cargos del Ministerio de Sanidad y Seguridad Social: el secretario de Estado para la Salud, José María Segovia, y el director general de Salud Pública, Luis Valenciano. Particular interés tuvo la exposición del doctor Segovia y las preguntas a que le sometieron los diputados, con una duración total próxima a las tres horas.

José María Segovia defendió los principios gubernamentales de la reforma sanitaria, sometida a una amplia información y análisis por los colegios profesionales. Destacó el propósito de complementar la medicina asistencial con la preventiva. En cuanto a la medicina de familia, la estimó fundamental y ofreció datos sobre la apetencia profesional entre los médicos por dedicarse a esta modalidad sanitaria. Según cifras de 1980, la demanda de esta especialidad se ha triplicado sobre el año anterior.

El secretario de Estado para la salud señaló también que el hospital va a ser desplazado por los centros de Salud, capaces de integrarse en la comunidad. Señaló también que por primera vez la medicina preventiva individual se sitúa en paralelo con la medicina asistencial. Aludió a la situación dramática de los manicomios y defendió que el enfermo psiquiátrico no se separe de la asistencia médica general, excepto en casos crónicos.

Defendió finalmente la implantación progresiva de la reforma sanitaria, teniendo en cuenta los recursos económicos y humanos disponibles y comenzando por las zonas rurales.

En respuesta a los diputados de la izquierda, el doctor Segovia señaló que los aspectos concretos. entre ellos los financieros. figuraran en la ley de la Salud. Asimismo. declaró que la sanidad necesita de una descentralización de su gestión, independientemente de la existencia de las comunidades autónomas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

A la pregunta del socialista Donato Fuejo sobre si no habría sido preferible una ley básica de la Salud previamente a la reforma sanitaria en detalle, el secretario de Estado para la Salud contestó que la reforma sanitaria en marcha era consecuencia de una interpelación comunista. En todo caso, añadió que las leyes no sirven sin un criterio previo que las oriente. El doctor Segovia se mostró molesto por la estadística realizada por el señor Fuejo sobre su exposición inicial de la que el diputado socialista había deducido que existía una especial atención a los aspectos médicos de la reforma, desconociendo que la sanidad es multidisciplinaria. El doctor Segovia apeló a su experiencia profesional hospitalaria, contraria a la conclusión obtenida sobre una especial obsesión por la asistencia médico-sanitaria.

El socialista Francisco Yuste denunció el incumplimiento, por parte de UCD, del programa del partido en el aspecto sanitario, en el que se ofreció un Ministerio de Salud y un único organismo nacional de la Salud. El doctor Segovia argumentó que no se trataba de una contradicción, sino de la evolución del programa centrista, de un «crecimiento biológico»

El director general de Salud Pública, Luis Valenciano, abundó en muchas de las informaciones aportadas por el doctor Segovia. Consideró que la asistencia primaria se dirige al individuo y a la familia, pero que la medicina comunitaria puede tener también un carácter primario. reservándose la asistencia hospitalaria para un nivel diferente. Entre una y otra situó el centro de salud, en sus dos versiones, curativa y preventiva.

El presidente del consejo general de colegios veterinarios, Frumencio Sánchez, consideró el documento sobre reforma sanitaria «incompleto e impreciso». Denunció que sólo se dedicaran en él trece líneas a la profesión veterinaria, mientras la extensión sobre otras profesiones era mucho mayor. «Somos tan sanitarios como los demás», afirmó. Criticó el hecho de haber sido consultado cuando ya era demasiado tarde y denunció asimismo que bajo el título de centros de salud se encubren realidades que no afectan prácticamente a los veterinarios.

El presidente del consejo general de colegios farmacéuticos, Ernesto Marco Cañizares, se expresó en parecido sentido, aunque su crítica fue más suave. Señaló que la profesión farmacéutica no sólo se refiere a la expedición de medicamentos, y manifestó que la reforma sanitaria infravalora a los farmacéuticos. Defendió que la publicidad sobre los productos farmacéuticos se dirija a los expertos y no a los enfermos y reivindicó los análisis para los farmacéuticos.

Finalmente, el presidente del consejo de colegios de asistentes técnicos sanitarios (ATS) defendió la sustantividad de su profesión y criticó el escaso papel asignado en la reforma sanitaria proyectada. Manifestó que los ATS rurales no tienen sentido si no se integran en un equipo sanitario más amplio. Denunció la discriminación que supone que en 1980, con una Constitución en vigor que establece la igualdad de sexos, no se permita a los ATS varones estudiar la especialidad hasta ahora desempeñada por las matronas.

Archivado En