La Iiberación de Rupérez

La liberación de Javier Rupérez, en el momento en que se ha producido, víspera del viaje de los Reyes a Guinea, es algo que trasciende de la simple buena noticia y que impone una seria meditación por parte de todos.El ciudadano de a pie, como ya viene siendo costumbre, no deja de hacerse una serie de preguntas que, como casi siempre, se quedan sin respuesta: ¿deja o no deja de ser una «mera casualidad» la coincidencia de la liberación del señor Rupérez el día antes del viaje real? Es obvio que en estas circunstancias el viaje se realiza dentro de una mayor tranquilidad política, al menos para ...

La liberación de Javier Rupérez, en el momento en que se ha producido, víspera del viaje de los Reyes a Guinea, es algo que trasciende de la simple buena noticia y que impone una seria meditación por parte de todos.El ciudadano de a pie, como ya viene siendo costumbre, no deja de hacerse una serie de preguntas que, como casi siempre, se quedan sin respuesta: ¿deja o no deja de ser una «mera casualidad» la coincidencia de la liberación del señor Rupérez el día antes del viaje real? Es obvio que en estas circunstancias el viaje se realiza dentro de una mayor tranquilidad política, al menos para UCD. Al mismo tiempo, los medios de información, sobre todo los estatales y en especial TVE, por ser el de más alcance, darán una importancia mayor al viaje de SSMM que a la puesta en libertad del diputado centrista, y esto es lo más importante a sus posibles consecuencias, empleando la palabra consecuencia para traducir las negociaciones que pueden haberse realizado para conseguir su liberación. De este modo, la opinión pública se olvidará más rápidamente de todo lo concerniente al secuestro.

Naturalmente, siguen quedando preguntas sin respuesta: ¿hubo o no hubo negociación? El presidente Suárez nada ha aclarado en el Congreso a las interpelaciones hechas por Felipe González. ¿Por qué Javier Rupérez pide a Suárez, mediante un escrito, medidas de gracia para los presos vascos? Estimo que estas medidas no deben darse porque lo pida el señor Rupérez, sino por propia iniciativa gubernamental.

La democracia nos ha traído el voto, pero no la voz que nos permita solicitar estar debidamente informados.