La crisis en el mundo islámico

La URSS extrema su cautela

Aunque los dirigentes soviéticos se mantienen oficialmente a la expectativa de los acontecimientos en los países musulmanes y parecen partidarios de adoptar posturas concretas, se han visto obligados a salir al paso de comentarios que les vinculan a la crisis iniciada en Teherán.Ante la opinión del jefe de la flota iraní, contralmirante Hamed Madani, sobre la reacción de la URSS y la adopción de medidas de respuesta en el caso de que Irán fuera atacado por Estados Unidos, fuentes soviéticas han replicado, según ha podido saber EL PAIS, que «las deducciones de cualquier personalidad iraní sólo ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Aunque los dirigentes soviéticos se mantienen oficialmente a la expectativa de los acontecimientos en los países musulmanes y parecen partidarios de adoptar posturas concretas, se han visto obligados a salir al paso de comentarios que les vinculan a la crisis iniciada en Teherán.Ante la opinión del jefe de la flota iraní, contralmirante Hamed Madani, sobre la reacción de la URSS y la adopción de medidas de respuesta en el caso de que Irán fuera atacado por Estados Unidos, fuentes soviéticas han replicado, según ha podido saber EL PAIS, que «las deducciones de cualquier personalidad iraní sólo representan su propia opinión. La actitud soviética quedó clara al condenar unánimemente, junto a los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, la ocupación de la embajada norteamericana en Teherán».

Por su parte, el periódico soviético del Gobierno, Izvestia, desmintió categóricamente ayer tarde las acusaciones concernientes a «una injerencia» de la URSS en los asuntos iraníes. «Las invenciones sobre una participación soviética en Irán», se escribe en el diario, «están fabricadas por los enemigos del pueblo, que pretenden desviar la atención del país sobre los peligros que les amenazan. » Estos peligros son, según Izvestia, el traslado de barcos de guerra al golfo Pérsico y las tentativas para aislar al país económica y políticamente.

Si bien los acontecimientos son seguidos por los dirigentes soviéticos con extrema cautela y hasta con retraso en las informaciones, los observadores occidentales piensan, con cierta lógica, que la situación ha llegado a un punto en el que no ha de tardar la toma de postura oficial.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En