Estreno de "Moliére", una biografía teatral

En 1978 la realizadora francesa Ariane Mnouchkine finaliza el montaje de un gran espectáculo sobre el siglo XVII francés que gira en torno a las figuras de Moliére y Luis XIV. En el Festival de Cannes de ese mismo año se presenta una debatida versión, de 250 minutos de duración, con destino a su exhibición en salas cinematográficas, titulada Moliére. Hoy se estrena en Madrid, en una de las salas Alphaville, la primera parte de esta película, y el próximo día 31 se estrenará la segunda en otra de las salas del mismo complejo cinematográfico.

Hija de padre ruso y de madre inglesa, Ariane ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En 1978 la realizadora francesa Ariane Mnouchkine finaliza el montaje de un gran espectáculo sobre el siglo XVII francés que gira en torno a las figuras de Moliére y Luis XIV. En el Festival de Cannes de ese mismo año se presenta una debatida versión, de 250 minutos de duración, con destino a su exhibición en salas cinematográficas, titulada Moliére. Hoy se estrena en Madrid, en una de las salas Alphaville, la primera parte de esta película, y el próximo día 31 se estrenará la segunda en otra de las salas del mismo complejo cinematográfico.

Hija de padre ruso y de madre inglesa, Ariane Mnouchkine nace en París en 1939. Interesada desde muy joven por el teatro, dirige su primera obra en 1961. Constituye con varios amigos, en 1964, una cooperativa obrera de producción teatral, que denominan Théâtre du Soleil. Su primer espectáculo, ese mismo año, es Los pequeños burgueses, de Gorki, en un teatro. En 1967 montan La cocina, de Wesker y al año siguiente, El sueño de una noche de verano, de Shakespeare, en el circo de Montmartre. En 1969 hacen Los clowns, su primer espectáculo colectivo.El primer gran espectáculo del Théâtre du Soleil, dirigido por Ariane Mnouchkine, se hace en 1970, en la Cartoucherie del parque de Vincennes. Es una discusión colectiva sobre la Revolución francesa, entablada por los actores que representan la obra, que se titula 1789. Ante su gran éxito, dos años después hacen una segunda parte, que se denomina 1793. Ambas obras están editadas en castellano por Edicusa en su interesante colección de libros de teatro. En 1974, Ariane Mnouchkine hace su primera película, 1789, al rodar la primera parte de su famoso espectáculo teatral.

«Considero 1789 como una película -dice Ariane Mnouchkine-, aunque se trata más bien de una especie de reportaje: es una película sobre un suceso, nuestro espectáculo teatral, y no un suceso concebido para una película. Por el contrario, Moliére, es una película desde el momento en que he tenido ganas de hacerlo como película y no como un espectáculo que luego podía rodar.

Moliere es una coproducción entre Les Films du Soleil et de la Nuit, nombre de la productora cinematográfica del Théatre du Soleil, Films 13, la marca de Claude Lelouch, el segundo canal de la televisión francesa, la televisión italiana y la televisión de la República Federal Alemana. Alrededor de doscientas personas, de ellas 76 actores, trabajan durante dos años en los locales del Théâtre du Soleil de forma artesana, con un salario igual y muy modesto, para crear 1.200 trajes, quinientas máscaras, numerosos accesorios y construir los decorados al aire libre. El rodaje empieza el 17 de mayo de 1977 y dura cinco meses. El coste total e veinticinco millones de francos, no demasiado elevado si se tiene en cuenta la duración. Aparte de un montaje posterior de seis episodios de una hora para su difusión por televisión, pocos días antes del Festival de Cannes de 1978 se termina el montaje de la versión cinematográfica, con una duración de 250 minutos. La película se estrena mundialmente en Cannes y produce una total división de la crítica ¿Es realmente una película, una serie para televisión o un documento sobre una representación teatral que no ha llegado a realizarse?, se preguntan los detracto res, mientras que los admiradores hablan de uno de los grandes espectáculos cinematográficos de los últimos años.

«Hemos hecho un gran trabajo de búsqueda», declara Ariane Mnouchkine, «no por el gusto de la reconstrucción, sino porque creíamos que una parte del argumento era hacer comprender cómo era el siglo XVI, la época de Luis XIV y Molière. A este nivel hemos trabajado mucho, no por un cuidado historicista, sino porque creíamos que la realidad de la época era tan viva e interesante que profundizando en ella daríamos amplitud a la película. No puedo negar que he hecho Molière porque me gustan las grandes películas norteamericanas, porque creo que el cine es esto y quería que fuese comprendida y sentida por las personas que no saben qué pasó en el siglo de Luis XIV

La película cuenta la vida de Jean-Batiste Poquelin (1622-1673), hijo de un tapicero del rey. Cómo se convierte en el gran autor teatral Moliéte a través de la fundación del Ilustre Théâtre, su trabajo como actor y director teatral y la redacción de sus principales obras dramáticas. Al tiempo que dibuja un amplio fresco de la Francia salvaje y refinada del siglo XVII y del reinado de Luis XIV. Mientras trata de hacer algunas consideraciones sobre la creación artística y sus relaciones con el poder.

«Para mí, la única diferencia entre cine y teatro», finaliza Ariane Mnouchkine, «está en la relación con los actores. Creo que hay una diferencia cuantitativa y no cualitativa: dado que no quería que fuese una película interpretada «á la mode», es decir según un juego psicológico, los actores han comprendido rápidamente que era una cuestión de adaptación, de ajustar el tiro con la cámara en lugar de ajustarlo con un público de mil personas.

Pero los signos, las trasposiciones que un actor debe adaptar, para mi, son de la misma naturaleza en cine que en teatro. Me considero autora del guión y de la dirección. He escrito el guión, mientras que en las obras teatrales que hemos creado me limitaba a proponer una idea, un hilo conductor, y elaborábamos juntos el texto. Pero no me considero autora de la película. Una película es una aventura colectiva de la que son responsables todos los participantes. Trabajamos juntos, y si cada uno no cumple, puede ocurrir una catástrofe. Cuando cada uno se entrega al máximo, al director le resulta fácil hablar de su trabajo y de su genio, pero si un solo técnico falla no queda más remedio que descender de las nubes de la creación. Molière no es una película de Ariane Mnouchkine, sino de un colectivo de doscientas personas que ha trabajado de forma fantástica».

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En