Al-Puente y los del Río Kwai, nuevo grupo musical

El pasado domingo y en el club Whisky Gin, de Madrid, realizó su primera presentación en público el grupo músico-satírico Al-Puente y los del Río Kwai. Los precedentes del grupo habrían de buscarse en Castañuela 70, las Madres del Cordero o Desde Santurce a Bilbao Blues Band, otros tantos exponentes frustrados de lo que podía haber sido la versión en castellano de La Trinca. La virtud fundamental de todos aquellos grupos era su imaginación, la sana juerga con que atacaban los más serios, profundos y prohibidos temas; y su mayor fallo una falta de profesionalidad, que provocaba el que raras vec...

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El pasado domingo y en el club Whisky Gin, de Madrid, realizó su primera presentación en público el grupo músico-satírico Al-Puente y los del Río Kwai. Los precedentes del grupo habrían de buscarse en Castañuela 70, las Madres del Cordero o Desde Santurce a Bilbao Blues Band, otros tantos exponentes frustrados de lo que podía haber sido la versión en castellano de La Trinca. La virtud fundamental de todos aquellos grupos era su imaginación, la sana juerga con que atacaban los más serios, profundos y prohibidos temas; y su mayor fallo una falta de profesionalidad, que provocaba el que raras veces se les pudiera escuchar en condiciones.Al-Puente y los del Río Kwal, en esta actuación inaugural, un poco de prueba y apenas anunciada, se encontraron ante un público la mar de adicto, capaz de reirles todo lo bueno y pasar por alto todo lo malo. Entre lo primero hay que destacar las tablas de Moncho Alpuente, las letras de prácticamente todas las canciones y la buena (en ocasiones muy buena) música de muchas de ellas. Canciones de amor al dedo gordo del pie, un rock a Carolina de Mónaco, javas, boleros y habaneras. Todos los estilos y todos los temas son válidos cuando la base es el poco o el escaso respeto hacia las formas.

De ahí que la gente se divirtiera mucho, se lo pasara muy bien y todo acabara en un gran éxito familiar. Ahora bien, lo cierto es que en la primera parte apenas se oían los instrumentos (dos guitarras y flauta), mientras que en la segunda se acoplaban constantemente. Lo cierto era asimismo que aquello tenía todas las características de lo amateur, con toda su espontaneidad y todos sus fallos. Y, finalmente, también es cierto que ante un público algo menos entregado los fallos hubieran ocultado casi por completo las virtudes. Sin embargo, ésta era la primera actuación del grupo, sus canciones son buenas y susceptibles de completar un buen disco.

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