Ginebra: venta de largometrajes para el consumo doméstico

El anuncio oficial lo hará la firma Video Films, SA., dentro de quince días, mientras un diario helvético, la Tribune de Génève, adelantó la noticia: Ginebra será la primera ciudad europea donde, a partir del próximo mes de diciembre, se comenzará a vender al público largometrajes para el «consumo» doméstico, los mismos que se exhiben día a día en las salas de cine, pero envasados en videocassettes.

Hasta ahora, la comercialización de este producto, principalmente en Estados Unidos, estaba dirigida a clubs privados, hospitales, asilos de ancianos, sindicatos, a través de cana...

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El anuncio oficial lo hará la firma Video Films, SA., dentro de quince días, mientras un diario helvético, la Tribune de Génève, adelantó la noticia: Ginebra será la primera ciudad europea donde, a partir del próximo mes de diciembre, se comenzará a vender al público largometrajes para el «consumo» doméstico, los mismos que se exhiben día a día en las salas de cine, pero envasados en videocassettes.

Hasta ahora, la comercialización de este producto, principalmente en Estados Unidos, estaba dirigida a clubs privados, hospitales, asilos de ancianos, sindicatos, a través de canales directos de ventas. El costo, en una primera etapa, de cada uno de estos cassettes será de algo menos de doscientos francos suizos, sin que hasta ahora se haya precisado el precio exacto. En todo caso, el precio inicial, sea cual sea, disminuirá progresivamente.

Para 61 uso de estos videocassettes bastará la instalación de registro y reproducción de videos adaptados a los aparatos de televisión, cuya demanda, hasta ahora restringida, alcanzará, de seguro, estiman sus fabricantes, mayores niveles de venta.

Desde el punto de vista económico, los doscientos francos suizos, que en otros países puede resultar una cifra astronómica, no lo es aquí si se tiene en cuenta el precio de las salas de cine, que asciende a diez francos por una película. Seis jefes de familias, con sus mujeres e hijos, que adquieran en conjunto uno de estos largometrajes, pueden abaratar en dos o más francos suizos la entrada de las salas de exhibición, con la ventaja aún de poder ver la película varias veces.

Hasta ahora, los dueños de salas de cine de Ginebra no se han pronunciado sobre este nuevo elemento de competencia que se suma al de la televisión. Tampoco las autoridades de la censura, que en el campo de los largometrajes a videocassettes quedarán absolutamente «fuera de juego».

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