Washington, irritado por la moderación de Bonn en la OTAN

Las relaciones germano-norteamericanas en el marco de la OTAN «atraviesan una fase de irritación por parte de EEUU», ponen de relieve los observadores en Bonn antes de la visita que inicia hoy, domingo, a Washington el ministro de Defensa germano-occidental, Hans Apel.

La irritación norteamericana, explican fuentes diplomáticas, es explicable por dos motivos. Primero, la decisión del Gobierno federal de aumentar sólo en un 1,5%, en términos reales, el presupuesto de defensa de la RFA. En la cumbre atlántica de Washington, en la primavera del año pasado, los participantes se c...

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Las relaciones germano-norteamericanas en el marco de la OTAN «atraviesan una fase de irritación por parte de EEUU», ponen de relieve los observadores en Bonn antes de la visita que inicia hoy, domingo, a Washington el ministro de Defensa germano-occidental, Hans Apel.

La irritación norteamericana, explican fuentes diplomáticas, es explicable por dos motivos. Primero, la decisión del Gobierno federal de aumentar sólo en un 1,5%, en términos reales, el presupuesto de defensa de la RFA. En la cumbre atlántica de Washington, en la primavera del año pasado, los participantes se comprometieron a aumentar en un 3% anual, en términos reales, los presupuestos de defensa durante el período de 1979 a 1983.

En segundo lugar, Bonn se muestra reticente a financiar el programa de dieciocho radares aéreos AWACS si Washington por su parte no compra 9.000 vehículos militares de fabricación alemana, como se acordó en la mencionada cumbre atlántica. Hasta ahora EEUU sólo adquirió trescientos vehículos.

Las reticencias de Bonn respecto al incremento del 3% del presupuesto anual hasta 1983 pueden poner en peligro la solidaridad atlántica cuando justamente la OTAN se dispone a modernizar sus fuerzas nucleares en Europa de cara a los cohetes soviéticos SS 20, de 4.000 kilómetros de alcance.

Los «ahorros» germano-occidentales obedecen probablemente a motivaciones de índole de política interior y exterior: en caso de que la OTAN decidiese dotarse de nuevas armas atómicas en Europa, su financiación podría hinchar rápidamente el presupuesto militar germano-occidental, que podría incluso incrementarse en más de un 3%.

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