Italia solicitará a Argentina la extradición del terrorista Ventura
La detención en Argentina de Giovanni Ventura, condenado en Italia a cadena perpetua por un atentado que produjo más de cien víctimas, entre muertos y heridos, ha causado satisfacción en Italia.
Virginio Rognoni, ministro del Interior del recién formado Gobierno Cossiga, manifestó por la televisión que el arresto había sido un éxito de la policía. La justicia italiana pedirá la extradición a Argentina.
Condenado a cadena perpetua en Italia por su participación en el atentado de plaza Fontana, en Milán, en diciembre de 1969, que costó la vida a dieciséis personas y otras cien ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La detención en Argentina de Giovanni Ventura, condenado en Italia a cadena perpetua por un atentado que produjo más de cien víctimas, entre muertos y heridos, ha causado satisfacción en Italia.
Virginio Rognoni, ministro del Interior del recién formado Gobierno Cossiga, manifestó por la televisión que el arresto había sido un éxito de la policía. La justicia italiana pedirá la extradición a Argentina.
Condenado a cadena perpetua en Italia por su participación en el atentado de plaza Fontana, en Milán, en diciembre de 1969, que costó la vida a dieciséis personas y otras cien resultaron heridas, Ventura había huido de la vigilancia policial en Catanzaro, al sur del país, el 13 de enero último.
Giovanni Ventura logró escaparse el 13 de enero pasado, cuando con una hábil estratagema -se hizo sustituir por su hermano- logró huir de Catanzaro (al sur de Italia), mientras esperaba la sentencia del proceso por el atentado.
Cuando el 23 de febrero último el tribunal de Catanzaro condenó a cadena perpetua a los principales responsables de ese atentado, solamente estaba presente en la sala un ex agente de los servicios secretos, Guido Giannettini. Los otros dos imputados, Franco Freda y Giovanni Ventura, habían huido.
La fuga clamorosa obligó al jefe de policía, Giuseppe Perlato, a dimitir.
Las indagaciones de la sección italiana de Interpol fueron particularmente activas en Argentina, donde se sabía que los terroristas de la derecha italiana serían ayudados.