Tribuna:

A Núñez le gusta el poder

José Luis Núñez, del género ciudadano «los otros catalanes», pese a los millones que ha amasado con la construcción de los chaflanes, no ha conseguido ser admitido en los cenáculos de la burguesía catalana. No tiene pedigrée. José Luis Núñez, hombre ambicioso, ganó su primera batalla importante en Barcelona cuando se hizo con la presidencia del Barça, que es el único puesto de mando que cambiarían muchos catalanes por el de un sillón en la futura Generalitat.José Luis Núñez quiere ahora ganarles la guerra a sus enemigos de la Ciudad Condal. Según aseguran algunos periodistas barcelonese...

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José Luis Núñez, del género ciudadano «los otros catalanes», pese a los millones que ha amasado con la construcción de los chaflanes, no ha conseguido ser admitido en los cenáculos de la burguesía catalana. No tiene pedigrée. José Luis Núñez, hombre ambicioso, ganó su primera batalla importante en Barcelona cuando se hizo con la presidencia del Barça, que es el único puesto de mando que cambiarían muchos catalanes por el de un sillón en la futura Generalitat.José Luis Núñez quiere ahora ganarles la guerra a sus enemigos de la Ciudad Condal. Según aseguran algunos periodistas barceloneses, ya tiene suficientes influencias empresariales para condicionar su presencia. en las páginas de algunos periódicos catalanes. Núñez se ha planteado ahora la posibilidad de contar con esa influencia en Madrid. Y para ello, incluso está dispuesto a comprar acciones.

Núñez piensa en el trampolín de Madrid como algo absolutamente necesario. En Barcelona, logró la firma de Tarradellas para su continuidad al frente del Barça, tras el anuncio de dimisión, como consecuencia de la contestación que tuvo al regreso de Basilea.

Núñez estuvo en La Zarzuela, en visita protocolaria, y trató de convertirla en otra cosa. Tiempo atrás, pensó en la posibilidad de transformar al Barça en club Real. Núñez quiere trabar amistad con Abril Martorell y con el primer ministro que se ponga a tiro. A Núñez le gusta el poder.

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