La vía de la negociación

«Las dos grandes centrales sindicales están enfrentadas en su postura ante la jornada de mañana, día 11. ( ... )Entiende la central con mayor influencia comunista que solamente por el camino de la presión -mediante paros, asambleas, mítines, manifestaciones, etcétera- se podrá modificar sustancialmente el proyecto, de estatuto del trabajador, con el que no está de acuerdo por distintos motivos y conseguir una revisión salarial que logre mantener el poder adquisitivo de los sueldos tras el aumento del índice de precios de los últimos meses. De lo contrario, piensa, el estatuto seguirá adelante ...

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«Las dos grandes centrales sindicales están enfrentadas en su postura ante la jornada de mañana, día 11. ( ... )Entiende la central con mayor influencia comunista que solamente por el camino de la presión -mediante paros, asambleas, mítines, manifestaciones, etcétera- se podrá modificar sustancialmente el proyecto, de estatuto del trabajador, con el que no está de acuerdo por distintos motivos y conseguir una revisión salarial que logre mantener el poder adquisitivo de los sueldos tras el aumento del índice de precios de los últimos meses. De lo contrario, piensa, el estatuto seguirá adelante por la fuerza de los votos en el Parlamento, y la revisión de salarios será más nominal que efectiva, pues cree propósito del Gobierno desplazar los recientes aumentos energéticos al bolsillo del trabajador, como parece desprenderse de la rapidez con que han sido autorizadas las subidas de numerosos productos,

La UGT, la central socialista que se declara "rotundamente en contra" del paro de mañana, es partidaria, en cambio, de "agotar las vías de negociación antes de recurrir a presiones límite". Y cree un "error" de Comisiones haberse automarginado de las negociaciones con la patronal y la Administración, como ha afirmado el dirigente catalán Luis Fuertes, quien opina que la convocatoria "será un fracaso, pues hoy los trabajadores, no están para este tipo de acciones, a no ser que se contabilicen como huelgas la media hora del bocadillo".

"La clase obrera", ha añadido Fuertes, "no puede permitirse el lujo de perder las huelgas", las cuales deben utilizarse "como último recurso, una vez agotadas todas las vías de negociación, porque el sindicato, aparte de exigir soluciones, las debe proponer también". "Lo que realmente se necesita -dice el dirigente ugetista- es obligar a sentar a la mesa de negociación a la patronal y al propio Gobierno, con el fin de plasmar soluciones concretas", pues estamos en una situación económica y sindical que "requiere, antes es de tomar decisiones, analizar profundamente las repercusiones que puedan tener".

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Cuando la negociación es posible -y que lo es lo demuestra el hecho de que hoy UGT y la patronal firmen un acuerdo- las movilizaciones pierden sentido. La reconstrucción económica y social del país urge recobrar el sentido del diálogo y del pacto.»

10 de julio

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