Hoy, "El lago de los cisnes" en el Palacio de los Deportes

A las diez de la noche de hoy se estrena, en el Palacio Municipal de los Deportes, de Madrid, El lago de los cisnes, de Tschaikowsky, interpretado por el Ballet de la Opera de París.

Las vicisitudes de El lago de los cisnes no fueron escasas hasta imponerse como gran clásico popular del «ballet» romántico. Hemos comentado ya cómo la partitura, nacida para la ópera Ondina, fue rechazada por la Dirección de los Teatros Imperiales en 1870. Parte de ella pasó a El lago de los cisnes, particularmente lo que era dúo de amor, que se convierte en paso a dos, de Odett...

A las diez de la noche de hoy se estrena, en el Palacio Municipal de los Deportes, de Madrid, El lago de los cisnes, de Tschaikowsky, interpretado por el Ballet de la Opera de París.

Las vicisitudes de El lago de los cisnes no fueron escasas hasta imponerse como gran clásico popular del «ballet» romántico. Hemos comentado ya cómo la partitura, nacida para la ópera Ondina, fue rechazada por la Dirección de los Teatros Imperiales en 1870. Parte de ella pasó a El lago de los cisnes, particularmente lo que era dúo de amor, que se convierte en paso a dos, de Odette y Sigfrido. Posteriormente, la suerte de la obra es desigual, tanto por la acogida del público como por las diversas formas en que fue presentada. Fechas claves: enero de 1895, con la presentación de la pieza completa en la coreografía de Ivanov y Petipa. 1911: versión reducida a cargo de los Ballets rusos de Diaghilew, con Ninjinski de protagonista.El Ballet de la Opera parisiense no representó la obra de Tschaikowsky íntegramente hasta 1960. Por el escenario del Palais Garnier han desfilado egregios protagonistas de El lago de los cisnes, a los que se unen los que ahora nos visitan. Sobre la coreografía de Petipa, Ivanov y Bourmeister está montada la versión que hoy encaman Noella Pontois, Cyril Atanassoff, y todo el reparto de la troupe francesa. Durante los días 21 al 24, el Palacio de los Deportes, capaz para 7.800 espectadores, acoge la nueva creación de la Opera de París, tan conocida en su partitura como en sus diferentes versiones coreográficas. Lo que antaño podía considerarse espectáculo elitista ha devenido manifestación artística de masas, pues el tono y el ambiente del local de la avenida de Felipe II, en estas noches veraniegas, admite plenamente el calificativo de popular. Proyección de singular importancia.