Pleno del Congreso

Antes de dos meses, el Gobierno deberá presentar un programa económico

El Congreso de los Diputados aprobó ayer, al filo de la medianoche, emplazar al Gobierno para que, antes de dos meses, presente ante la Cámara programas detallados, a corto y medio plazo, y las medidas legales correspondientes para remediar la situación económica. A esta resolución se llegó después de dos jornadas de debates sobre el tema. El texto aprobado fue el formulado por centristas y Coalición Democrática, mientras se desestimaron las propuestas comunista y socialista -más críticas y que sólo daban un mes de plazo- y la de las Minorías Catalana y Vasca.

En las votaciones, la Cáma...

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El Congreso de los Diputados aprobó ayer, al filo de la medianoche, emplazar al Gobierno para que, antes de dos meses, presente ante la Cámara programas detallados, a corto y medio plazo, y las medidas legales correspondientes para remediar la situación económica. A esta resolución se llegó después de dos jornadas de debates sobre el tema. El texto aprobado fue el formulado por centristas y Coalición Democrática, mientras se desestimaron las propuestas comunista y socialista -más críticas y que sólo daban un mes de plazo- y la de las Minorías Catalana y Vasca.

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En las votaciones, la Cámara se dividió en tres bloques. Por una parte, centristas y CD, con sus 159 votos, contrarios a las propuestas distintas a las suyas; por otras, socialistas, comunistas y andalucistas, que votaron a favor de la propuesta comunista - 103 votos- y de la socialista - 106-, en contra de la de UCD-CD y se abstuvieron en la de las minorías nacionalistas. Finalmente, las Minorías Catalana y Vasca, que se abstuvieron en todas las votaciones, excepto en la correspondiente a su propuesta.La sesión se cerró con un turno de explicación de voto, en el que salieron a la superficie las viejas querellas entre los partidos parlamentarlos, al tiempo que de alguna forma se recomponía lo que el vicepresidente del -Gobierno Fernando Abril -que hubo de subir a la tribuna a replicar a Carrillo- denomina un marco de entendimiento.

Santiago Carrillo (PCE) denunció el carácter contradictorio del debate celebrado, y vaticinó que el Gobierno no pasará de diciembre.

Criticó la iracundia del señor Abril contra Tamames por un tema secundario, mientras que al final había tenido que entonar un auténtico mea culpa. Dijo también que se le había enmendado la Plana al jefe del Gobierno -Adolfo Suárez estaba ya ausente del banco azul-, ya que él había asegurado que gobernaría UCD, y ahora el señor Abril venía a plantear la conveniencia de un acuerdo.

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El señor Carrillo aseguró que UCD y CD eran incapaces de dar confianza al país, ni siquiera a los empresarios. «Sois unos insensatos -dijo- Este país necesita otro Gobierno.»

Fernando Abril justificó su intervención de la tarde, en la conveniencia de que no queden dudas sobre la rectitud de ningún órgano dependiente del Gobierno. Manifestó su asombro ante el de Carrillo y recordó que hacía año y medio ya había vaticinado que el Gobierno no llegaría a diciembre de 1977, en franca discrepancia con lo que el pueblo había decidido el 1 de marzo.

Alfonso Osorío (CD) justificó el voto de su grupo en la humildad que había sido capaz de ofrecer el vicepresidente, el reconocerla falta de un programa,

Ernest Lluch consideró, por los Soelalistas de Cataluña, que el debate había sido positivo, si bien la resolución debió establecer no más de un mes para fijar un programa que UCD ya debería tener preparado al concurrir a las elecciones.

Antonio Jiménez Blanco puntualizó que sólo se trataba de presentar los programas de detalle, de acuerdo con la resolución centrista, ganada por «la razón de los votos». Dedicó numerosas insinuaciones a los comunistas -en respuesta a la acusación de contradicciones- sobre, la inexistencia de debate interno en el seno del PCE.

Cerró los turnos de explicación de voto Alfonso Guerra (el líder del PSOE, Felipe González, se encontraba ausente), quien se felicitó de que se hubiera demostrado que el Gobierno no tiene un programa, en virtud de una «moción de censura propuesta y votada por el partido que sostiene al Gobíerno». Denunció los cantos de sirena hechos por el señor Abril a su partido, que -aseguró- «no caerá en ellos», y describió la actitud comunista como la de «novia despechada» por no ser ya, como en tiempos recientes, objeto de las ofertas centristas. También criticó la utilización partidista del INE, Instituto de Opinión Pública, RTVE y otros organismos públicos por el partido gubernamental.

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