Seis meses de guerra
El 31 de octubre del año pasado Idi Amin ordenó a sus tropas la invasión del Saliente de Nagera, bajo soberanía tanzana y con una extensión de 1.160 kilómetros cuadrados.Las reacciones internacionales no se hicieron esperar y el excéntrico dictador retiró sus hombres la segunda semana de noviembre. Hasta finales de enero del presente año, los choques fronterizos se sucedieron con acusaciones mutuas.
A finales de ese mes comenzó el ataque definitivo contra el régimen de Amin, abandonado por gran parte de su ejército y sustentado básicamente por soldados libios. Fuerzas tanzanas y exiliad...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El 31 de octubre del año pasado Idi Amin ordenó a sus tropas la invasión del Saliente de Nagera, bajo soberanía tanzana y con una extensión de 1.160 kilómetros cuadrados.Las reacciones internacionales no se hicieron esperar y el excéntrico dictador retiró sus hombres la segunda semana de noviembre. Hasta finales de enero del presente año, los choques fronterizos se sucedieron con acusaciones mutuas.
A finales de ese mes comenzó el ataque definitivo contra el régimen de Amin, abandonado por gran parte de su ejército y sustentado básicamente por soldados libios. Fuerzas tanzanas y exiliados ugandeses avanzaron lentamente, pero con seguridad, sobre Kampala, cuya caída resultó ser simple cuestión de tiempo, al ser conquistado a primeros de abril el aeropuerto de Entebbe, único punto por el que Libia podía enviar armamento y hombres para conseguir mantener a Amin en el poder.
Tras cerca de dos semanas de asedio artillero a Kampala, los rebeldes decidieron el pasado domingo lanzarse a la conquista de la capital, abandonada ya por los últimos defensores libios.