García Polo y López Gimeno

La presentación de Isidoro García Polo, director cacereño profesor del Conservatorio discípulo de Celibidache en Siena y de Leinsdorf y Wimberg en Salzburgo, tuvo muchas notas de interés. Se trata de un músico de sensibilidad que busca siempre «algo» en sus versiones, lo que se advirtió, por ejemplo, en la espléndida Sinfonietta, de Halffter.Obra difícil, en su conjunto y por las muchas intervenciones solistas, García Polo creo que acertó en el concepto. Además de esta obra, dirigió otra de autor español, el Poema de niños, del Oscar Esplá juvenil. Es como una traslación a la orq...

La presentación de Isidoro García Polo, director cacereño profesor del Conservatorio discípulo de Celibidache en Siena y de Leinsdorf y Wimberg en Salzburgo, tuvo muchas notas de interés. Se trata de un músico de sensibilidad que busca siempre «algo» en sus versiones, lo que se advirtió, por ejemplo, en la espléndida Sinfonietta, de Halffter.Obra difícil, en su conjunto y por las muchas intervenciones solistas, García Polo creo que acertó en el concepto. Además de esta obra, dirigió otra de autor español, el Poema de niños, del Oscar Esplá juvenil. Es como una traslación a la orquesta de tantas impresiones pianísticas escritas por Esplá sobre tema infantil, pero al mismo tiempo, apunta ya hacia un poematismo sinfónico que se concreta, primero, en El sueño de Eros y luego en Don Quijote velando las armas.

El primer concierto de Prokofiev no es comparable al tercero o al quinto, pero sí se trata de una página original, concisa, de gran empuje y eficacia en el tratamiento percutivo del solista en su impostación en la orquesta viva, coloreada, gestual. Julián López Gimeno, madrileño, catedrático del Conservatorio, protagonizó la versión, si no desde un virtuosismo arrollador, sí desde una expresividad justa, eficaz, un juego claro y un sonido bello.