Nuevo debate en Italia sobre la ley del aborto

El magistrado Giovanni Sabalich, presidente del tribunal de Camerino, que hace quince días presentó una denuncia a la fiscalía de la República de Florencia, contra el cardenal Benelli, el cual, según el magistrado, había ultrajado al Parlamento italiano con un duro ataque a la ley del aborto, ha sido gravemente amenazado por los grupos fascistas.El magistrado ha recibido cartas de amenazas, también, del grupo de extrema derecha romano NAR, que había reivindicado la semana pasada el atentado a las mujeres de la emisora Radio Ciudad Futura, autogestionada por las feministas.

La noticia ha...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El magistrado Giovanni Sabalich, presidente del tribunal de Camerino, que hace quince días presentó una denuncia a la fiscalía de la República de Florencia, contra el cardenal Benelli, el cual, según el magistrado, había ultrajado al Parlamento italiano con un duro ataque a la ley del aborto, ha sido gravemente amenazado por los grupos fascistas.El magistrado ha recibido cartas de amenazas, también, del grupo de extrema derecha romano NAR, que había reivindicado la semana pasada el atentado a las mujeres de la emisora Radio Ciudad Futura, autogestionada por las feministas.

La noticia ha sido confirmada por el comandante de la compañía de carabineros, el cual ha declarado que han sido tomadas en favor del magistrado medidas «secretas y válidas de protección».

El magistrado, en una declaración, ha afirmado su independencia política: «No he sido nunca de ningún partido.» El orden de abogados y fiscales, aún reconociendo que no todos están de acuerdo con la iniciativa del colega, se han solidarizado, sin embargo, plenamente con él ante la injusticia de las amenazas fascistas a un magistrado que «ha ejercido siempre sus funciones de presidente del tribunal con irreprensible empeño, corrección y puntualidad». El orden de abogados y jueces añade: «El Estado democrático tiene sus leyes, sus instituciones, su pluralismo, cultural y político. A estas condiciones se puede estar seguro que no serán ni la Iglesia ni el mundo católico quienes pondrán en peligro o amenazarán la dignidad, la autoridad y la libertad.»

Mientras tanto, el grupo de Coordinación Nacional, encargado de estudiar la aplicación de la ley sobre el aborto, ha denunciado que la ley «no funciona». Y da una cifra oficial: el 72 % de los médicos y del personal paramédico sé ha acogido a la «objeción de conciencia» que, por motivos religiosos, acepta la ley. Pero, de este modo, la ley corre el riesgo de no poder ser aplicada. La Coordinación Nacional dará en marzo la cifra de los abortos legales y clandestinos realizados en Italia en estos primeros seis meses de la entrada en vigor de la nueva ley.

Para poner un primer freno a esta riada de objeciones de conciencia, que restringe mucho los márgenes de los hospitales para poder poner en acto la ley, este organismo ha hecho una llamada a todas las fuerzas, incluso masculinas, para crear, coordinando todas las fuerzas dispuestas a no boicotear la ley, una organización capilar en todo el país que salga al encuentro de estas dificultades.

Precisamente, uno de los puntos por los cuales el Partido Radical recogerá firmas para la abrogación de la ley actual es el de la objeción de conciencia, al que se han acogido incluso tantos médicos que antes practicaban los abortos clandestinos, pagados a precio de oro.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los radicales piden que a los médicos que objetan se les obligue a dar un servicio gratuito en los consultorios en la prevención del aborto. Pero también el Movimiento para la Vida, una asociación católica integrista, está pensando en hqcer otro referéndum abrogativo, pero no para crear una ley más abierta, sino para volver a la condena del aborto.

Por eso, las fuerzas políticas, incluida la izquierda, están en contra de ambos referéndum. Piensan que una ley más avanzada será imposible aprobarla actualmente. Lo que ellos desean es corregir la ley para que no quede inutilizada por motivo de los objetores de conciencia.

Archivado En