La CIA y el FBI impiden la publicación de un informe del Congreso

La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el FBI han bloqueado la publicación de un informe confidencial de la Oficina de Cuentas del Congreso, en el que se daban ciertas pistas sobre la desaparición, en 1968, de uranio capaz de producir bombas atómicas.La acción de estas dos poderosas agencias norteamericanas ha impedido que salga a la luz los detalles de una costosa investigación sobre el caso más apasionante y misterioso de un robo de material radiactivo, ocurrido hace trece anos.

Los detalles que estas dos agencias han impedido que se conozcan tienen relación con el robo en Apo...

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La Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el FBI han bloqueado la publicación de un informe confidencial de la Oficina de Cuentas del Congreso, en el que se daban ciertas pistas sobre la desaparición, en 1968, de uranio capaz de producir bombas atómicas.La acción de estas dos poderosas agencias norteamericanas ha impedido que salga a la luz los detalles de una costosa investigación sobre el caso más apasionante y misterioso de un robo de material radiactivo, ocurrido hace trece anos.

Los detalles que estas dos agencias han impedido que se conozcan tienen relación con el robo en Apollo (Pensilvanla) de una gran cantidad de uranio enriquecido, que aparentemente luego terminó en poder del Gobierno israelí. Se ha informado, aunque sin confirmación oficial, que este uranio permitió a Israel fabricar, en 1969, sus dos primeras bombas atómicas.

Pese a estas acusaciones, el Gobierno de Israel ha desmentido repetidamente que este robo se produjese por su parte y ha informado que «es completamente falso» que tenga en su poder bombas atómicas.

El caso de Apollo (Pensilvania) estuvo siempre bajo sospecha por parte del Gobierno norteamericano, que comenzó a investigar los detalles cuando se comprobó que grandes cantidades de uranio enriquecido habían desaparecido.

Pero el director de la planta de Apollo, Zalman Shaphiro, también desmintió en aquella ocasión (cuando se abrió la primera investigación) que hubiese desaparecido cualquier cantidad de uranio, argumentando que ésta se perdió en los diferentes pesos de reprocesamiento del material radiactivo.

El caso es que hoy, casi diez años después de que se tuvieran noticias del robo, ni siquiera el FBI ha investigado esta extraña desaparición. Tampoco la CIA se ha mostrado interesada en el tema y su única acción ha perseguido que cualquier investigación independiente fracase o no se lleve a cabo.

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Al margen de este incidente, existen también indicios de la desaparición extraña de un segundo cargamento de uranio enriquecido que, según se ha informado, viajaba por el Mediterráneo con destino a un país «desconocido».

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