Los exportadores vascos sugieren una devaluación de la peseta

«Si la exportación muere, moriremos todos.» Con este eslogan aparecido en una página completa de publicidad en toda la prensa vasca, Adegui (Asociación Democrática de Empresarios Vascos), Ekor (Asociación Vasca de Empresarios), SEA (Sindicato Empresarial Alavés), la Confederación General de Empresarios de Vizcaya y otras asociaciones y federaciones de exportadores convocan a los empresarios vascos a una asamblea que en torno al tema de las exportaciones se celebrará el día 11, en la Feria de Muestras de Bilbao.«Nos jugamos el futuro», es una de las frases que acompaña al manifiesto, incluido e...

«Si la exportación muere, moriremos todos.» Con este eslogan aparecido en una página completa de publicidad en toda la prensa vasca, Adegui (Asociación Democrática de Empresarios Vascos), Ekor (Asociación Vasca de Empresarios), SEA (Sindicato Empresarial Alavés), la Confederación General de Empresarios de Vizcaya y otras asociaciones y federaciones de exportadores convocan a los empresarios vascos a una asamblea que en torno al tema de las exportaciones se celebrará el día 11, en la Feria de Muestras de Bilbao.«Nos jugamos el futuro», es una de las frases que acompaña al manifiesto, incluido en la página de publicidad, en el que, entre otras cosas, se dice: «La atonía del mercado interior, las dificultades de financiación de las exportaciones; los retrasos en el pago de las desgravaciones fiscales y el mantenimiento de paridades con otras monedas que no corresponden a la realidad económica de nuestro país han llevado a la industria exportadora vasca a una situación de auténtica catástrofe.»

Rueda de prensa

Estas mismas patronales y entidades convocaron en Bilbao una rueda de prensa en la que explicaron que, según datos de la Agrupación de Exportadores Metalúrgicos de Vizcaya, la Administración adeuda en la actualidad más de seiscientos millones de pesetas, en concepto de pago de las desgravaciones fiscales, a los industriales vizcaínos.«Por otra parte, el esfuerzo exportador realizado por la industria española, y más concretamente por la del País Vasco, ha experimentado una pérdida de competitividad de hasta el 20% en el segundo cuatrimestre del año 1978. En la mayor parte de los casos, el mantenimiento de los mismos precios provoca el que los empresarios vascos debamos de elegir entre el dejar de exportar o hacerlo con pérdidas. Ocurre, sin embargo, que la primera medida es desaconsejable habida cuenta de la atonía que hoy registra el mercado interior. Estamos cogidos en una trampa.»