La empresa de Las Ventas se descalifica por sí sola

El domingo no hubo en Madrid ningún festejo taurino. Hizo un día de esos soleados y con temperatura suave que los aficionados llaman «de toros» y así fue toda la semana, pero la empresa de Las Ventas había decidido dar por concluida la temporada el domingo anterior.

Sólo les importa la feria de San Isidro, que es lo único que, a su peculiar manera, cuidan los arrendatarios del coso; el único acontecimiento que han querido y sabido anunciar y ambientar. La feria fue este año mala y cara, y a pesar de ello hicieron sustanciosas taquillas. El resto de la temporada parece como si la dieran ...

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El domingo no hubo en Madrid ningún festejo taurino. Hizo un día de esos soleados y con temperatura suave que los aficionados llaman «de toros» y así fue toda la semana, pero la empresa de Las Ventas había decidido dar por concluida la temporada el domingo anterior.

Sólo les importa la feria de San Isidro, que es lo único que, a su peculiar manera, cuidan los arrendatarios del coso; el único acontecimiento que han querido y sabido anunciar y ambientar. La feria fue este año mala y cara, y a pesar de ello hicieron sustanciosas taquillas. El resto de la temporada parece como si la dieran por obligación y lo habitual es que monten carteles reiterativos y sin calidad.Tenían prisa por dar el cerrojazo: está claro. La sensación que da esta empresa es que sólo le interesa la fiesta cuando le sirve para apalear millones con facilidad. La promoción del espectáculo, cuidar la clientela, fomentar la afición, les trae sin cuidado. Todo lo contrario de lo que necesita la plaza de Madrid en estos momentos.

Nueva Plaza de Toros de Madrid, SA, que regenta el coso, se desacredita y se descalifica por si sola. Hoy más que nunca; cuando, precisamente, se anuncia el nuevo con curso su basta para la explotación de la plaza. Ya es hora, después de cincuenta años de administración más que discutible y con una etapa final francamente lamentable, que Las Ventas tenga unos empresarios con afición e ideas que, además de hacer rentable su negocio, sepan ofrecer a la afición madríleña lo que ésta pide: temporadas largas, nutridas en festejos; carteles de interés, con figuras o sin ellas; el toro de trapío y casta.

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