La OTAN estudia el equilibrio nuclear entre el Este y el Oeste

Bajo la presidencia de Joseph Luns, secretario general de la OTAN, los ministros de Defensa de los siete países que actualmente componen el Grupo de Planes Nucleares (Estados Unidos, Gran Bretaña, República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Turquía y Dinamarca) pasaron revista a la situación global de «equilibrio» de armamento atómico entre los países del Pacto de Varsovia y los de la OTAN. Harold Brown, secretario norteamericano de Defensa, informó a sus colegas europeos de la marcha de las negociaciones entre Washington y Moscú, para una limitación de armamento nuclear (SALT II).Los mini...

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Bajo la presidencia de Joseph Luns, secretario general de la OTAN, los ministros de Defensa de los siete países que actualmente componen el Grupo de Planes Nucleares (Estados Unidos, Gran Bretaña, República Federal de Alemania, Italia, Bélgica, Turquía y Dinamarca) pasaron revista a la situación global de «equilibrio» de armamento atómico entre los países del Pacto de Varsovia y los de la OTAN. Harold Brown, secretario norteamericano de Defensa, informó a sus colegas europeos de la marcha de las negociaciones entre Washington y Moscú, para una limitación de armamento nuclear (SALT II).Los ministros participantes en la sesión del Grupo de Planes Nucleares acogieron con interés la decisión del presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, de facilitar los créditos necesarios para la fabricación de los misiles Lancer y el obús de ocho pulgadas. Tales decisiones se interpretan como un paso adelante en el futuro programa -aún a definir- de equipar dichos ingenios con cabezas nucleares de «irradiación», más populares por su denominación de «bombas de neutrones», caracterizadas por su destrucción de seres vivos, dejando intacto el resto.

Se recuerda, sin embargo, que la decisión final sobre la «bomba de neutrones» va ligada a los proyectos soviéticos de armamento nuclear. La OTAN podría aplazar su programa si hay un gesto análogo, en otro tipo de armas, por parte de Moscú. Por el momento no parece ser el caso.

La modernización de la capacidad nuclear táctica de la OTAN, con su programa a medio plazo de aquí a 1984 y su plan a largo plazo hasta el período que cubre el horizonte de 1990, son también objeto de deliberaciones. Pero la natural discreción del tema obliga a pocas explicaciones a la prensa por parte de los expertos. Todo un arsenal de nuevas generaciones de armas nucleares prepara su nacimiento, tanto en el Este como en el Oeste. Entre tanto se negocian «limitaciones» en las actuales conversaciones SALT II, que podrían concluir antes de fin de año, y se prepara ya el temario de lo que deberían ser las SALT III.

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